17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 673

Chapter 673

    Capítulo 673


    Capítulo 673


    Sabrina no mostró ni menor reión, simplemente se marchó con indiferencia.


    Solo cuando salió del campo de visión de André, Sabrina se detuvo para


    disculparse.


    -Hache, perdón. Lamento que hayas tenido que pasar por esto.


    Sebastián respondió sin titubear:


    -Salir a trabajar y aguantar un poco, ?qué tiene de raro? Escuché a se?orita sco contar que, cuando fue representante, le tocó enfrentar cosas mucho peores. Lo que me pasó hoy no separa en lo más mínimo:


    Sabrina lo miró con atención, notando calma en sus pbras.


    -Tienes una actitud muy positiva entó e.


    Sebastián sonrió dedo.


    -Ganar ta nunca ha sido fácil, ?cierto? Además, se?orita Ibá?ez me paga un buen sueldo cada mes.


    -Yo, verdad, casi no tengo ocupaciones. Así que me esfuerzo, para que vean que valgo pena, que lo que se gastan en mi lo recuperan con creces.


    Sabrina sintió una sincera simpatía por visión optimista de Hache. Había algo fresco en su manera de tomarse vida.


    -Si ese tipo vuelve a molestarte, dimelo enseguida. No voy a dejar que te trate mal asío así -le aseguró Sabrina.


    Sebastián asintió con confianza.


    -ro, confío en usted, se?orita Ibá?ez.


    Apenas se acercaban al club ecuestre, los envolvió una oleada de ausos y vítores.


    ?Qué increíble! Hace a?os que no veía a alguien montar y disparar así de bien. -?Viste qué guapa es? ?Será famosa o algo así?


    -?No digas tonterías! E no es ninguna estre, es hija mayor de familia Ramos. Así que ni se te ocurra hacerle algún


    Sabrina giró cabeza y vio a Eva cabalgando con gracia, mientras levantaba el arco y disparaba una flecha que voló veloz


    hacia el nco.


    -?Fiu!-


    La flecha atravesó el aire y dio justo en el centro.


    El público soltó un grito de asombro.


    Sabrina notó que los cinco ncos frente a Eva tenían flechas vadas justo en el centro.


    Eva vestía ropa de equitación, su cabellorgo recogido en una senci c de caballo. El sol brinte caía sobre su cara, cubriénd con un resndor dorado,o si fuera una diosa salida de un antiguo campo de bata, llena de energía y elegancia.


    Donde antes había espacio de sobra, ahora una multitud se arremolinaba alrededor. No solo los hombres quedaban cautivados por Eva; hastas mujeres no podían evitar admira.


    Thiago, con sus manitas peque?as, audía con fuerza, su carita llena de emoción y entusiasmo.


    -?Eva es mejor!


    Araceli estaba aldo de Thiago, pero su expresión se veía incómoda.


    Comparada con Eva, Araceli erao una hoja verde opaca, incapaz de brir;


    ni siquiera lograba mar atención de los presentes.


    La diferencia era abismal,o si Eva jugara en otra liga.


    Ni siquiera frente a Sabrina se había sentido tan insegura. Pero ahora, algo dentro de Araceli se encogía por primera vez:


    21.32


    Capitulo 673


    una sensación de inferioridad que jamás había experimentado.


    En ese instante, Araceli entendió que hay personas que nacen bendecidas, que por más que uno se esfuerce, jamás logrará alcanzas.


    Eva, por su parte, parecía acostumbrada as miradas de admiración, envidia y hasta amor que rodeaban. Ni se inmutó, su semnte permanecía igual.


    De repente, se oyó el galope de otro caballo. Tres flechas salieron disparadas, tan rápido que apenas se percibieron, y fueron a dar directo a los ncos.


    Cuando todos reionaron, vieron ques tres flechas estaban perfectamente colocadas en el centro de los ncos.


    Por un momento, todos quedaron boquiabiertos. Luego, el bullicio estalló


    -?Qué fue eso? ?Las disparó todas juntas?


    -?No puede ser! Cada flecha dio justo en el centro, ?será una arquera profesional?


    Todos giraron a buscar a autora de semejante haza?a. Era una joven de rasgos delicados y belleza mativa, con un aire mestizo quebinaba lo mejor de dos mundos.


    Era, sin duda, una rival digna de Eva.


    Eva sonrió, rjada.


    -Ahora entiendo por qué en el club siempre dicen que, para montar y disparar, Rocío es segunda mejor. Nadie se atrevería a decir que es primera.


    Rocío sonrió con humildad.


    -Esto es lo único que puedo presumir.
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)