Capítulo 246
Sabrina acarició cabeza de Romeo con ternura mientras le dedicaba una sonrisa tranquilizadora que contrastaba con violencia de los golpes que
sacudían puerta.
-Ya mé a policía, no te preocupes.
Mientras pronunciaba estas pbras, mada fue contestada. Sabrina transformó instantáneamente su rostro sereno en una máscara de terror perfectamente calcda, modndo su voz para transmitir un pánico que distaba mucho de sentir realmente.
-Hay un loco afuera golpeando nuestra puerta y amenazándonos de muerte. Es horrible... Tenemos a un ni?o de cinco a?os y a un anciano de más de setenta... No podemos defendernos.
Activó el altavoz para que todos pudieran escuchar respuesta, justo cuando los golpes brutales contra puerta resonaban con más fuerza.
-?Bum! ?Bum! ?Bum!
El estruendo ensordecedor hizo que el oficial al otrodo de línea adoptara un tono más grave y urgente.
-Escóndanse lo mejor que puedan y busquen algo para defenderse. Vamos para allá lo más rápido posible.
Tras colgar, Romeo observaba puerta temblorosa con ojos inquietos, mordisqueándose elbio inferior en un gesto instintivo de ansiedad.
-?Cree que aguantaremos hasta que llegue policía?
Sabrina sonrió levemente, con una calma que parecía fuera de lugar en medio del caos.
-ro que sí, tranquilo.
Girando cabeza hacia Hernán, sus ojos briron con una chispa de astucia calcdora que Romeo no alcanzó a percibir.
-?Tiene alguna medicina que cause alergias?
Hernán captó inmediatamente intención que se escondía tras aque pregunta aparentemente inocente. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro arrugado.
-Es el primero en atreverse a armar escándalo en mi territorio. ?Le voy a dar una lión que
nunca va a olvidar!
Sin perder tiempo, extrajo varios frascos de medicamentos yenzó a mezr
sus
contenidos con precisión experta, sus dedos moviéndose con agilidad propia de décadas de experiencia.
-?Pum!
15043
Capitulo 246
La puerta principal cedió finalmente con un estruendo apocalíptico, incapaz de resistir más furia desatada de Fabián.
Hernán reionó con velocidad de un depredador,nzando el polvo directamente al rostro del intruso.
-Tápense boca y nariz.
Ambos obedecieron instantáneamente, cubriendo sus vías respiratorias con lo primero que encontraron a mano.
Fabián, que apenas cruzaba el umbral con expresión triunfal, recibió nube de polvo medicinal directamente en el rostro. El efecto fue inmediato y devastador. Sus ojosenzaron a arder con una intensidad insoportable,o si alguien hubiera vertido ácido en ellos.
Los ojos, vulnerables y expuestos, reionaron violentamente ante elpuesto desconocido. Fabián se desplomó retorciéndose sobre el suelo frío, cubriendo su rostro con manos temblorosas mientras gemía de dolor.
En cuestión de segundos, su piel empezó a cubrirse de erupciones rojizas que se extendíano fuego por pradera. Dominado por un impulso primitivo,enzó a rascarse frenéticamente, dejando surcos sangrientos en su rostro y brazos.
-?Cómo duele! ?Cómo pica! ?Aaah!
Sus gritos desgarradores resonaban en habitación mientras se retorcíao un animal herido.
-?Araceli, ayúdame!
Araceli, que inicialmente se había aproximado con intención de socorrerlo, retrocedió horrorizada ante visión grotesca, sus ojos dtados por el miedo, incapaz de acercarse más. Cuando finalmente Fabián dejó de moverse, yacía inmóvil sobre el suelo, tan agotado que apenas podía respirar entre espasmos ocasionales.
Los minutos se arrastraron con lentitud agonizante hasta que, finalmente,s sirenas anunciaron llegada de policía. Al contemr escena, los oficiales intercambiaron miradas de asombro y maron inmediatamente a una ambncia para tradar a Fabián al hospital.
En habitación hospitria, envuelto en vendaso una antigua momia egipcia, Fabián seguía vociferando amenazas con voz ronca por los gritos anteriores.
-?Voy a meter a Sabrina, al viejo y al mocoso a cárcel!
-?Me dejaron así y los voy a hacer sufrir más que yo!
Cegado por una rabia que nuba su juicio, Fabián había olvidado
hijo de Gabriel. No eran personas as que
Capitulo 246
pudiera intimidar con amenazas vacías.
Araceli permanecía a sudo, fingiendo consrlo mientras deslizabaentarios que solo conseguían avivar su ira,o quien so discretamente sobre brasas moribundas.
Apenas diez minutos después, André cruzaba el umbral de habitación con paso cansado. Se frotó frente con gesto de fatiga mientras exhba un suspiro profundo.
-?Y ahora qué pasó?
Acababa de firmar un importante contrato y neaba regresar a su oficina
cuando recibió mada rmante de Araceli.
Fabián, con el rostro enrojecido bajos vendas, exmó con voz entrecortada:
-?Fue Sabrina! E, el mocoso y el viejo me mandaron al hospital.