Capítulo 247


    La cara de Fabián permanecía envuelta en gruesas vendas que solo dejaban visibles sus ojos hinchados y enrojecidos.


    André lo observó con una mirada cargada de escepticismo mientras procesaba información recién recibida.


    -?Me estás diciendo que Sabrina te dejó así?


    -?ro que fue e! -exmó Fabián con voz enfurecida-. ?Y también ese


    mocoso y el viejo!


    André no era ningún ingenuo. Analizó situación con rapidez, identificandos incongruencias


    evidentes en el rto.


    -Romeo apenas tiene cinco a?os y Hernán ya pasó los setenta. Aunque atacaran los tres juntos, sería prácticamente imposible que te dejaran así, ?no crees?


    La diferencia natural de fuerza entre un hombre y una mujer era innegable, y considerando que Sabrina estaba pa?ada únicamente de un anciano y un ni?o peque?o, resultaba


    inverosímil que hubieran logrado infligirle da?os tan severos.


    Unos golpes firmes interrumpieron conversación. La puerta se abrió para dar paso a varios policías uniformados que ingresaron con expresiones severas.


    -Se?or Guerrero, está usted acusado de da?os a propiedad privada y de amenazas e intimidación con violencia, conductas consideradas graves. Dado su estado actual de hospitalización, procederemos a interrogarlo aquí mismo.


    Fabián quedópletamente atónito antes pbras del oficial.


    -?Están confundidos? ?Soy yo el que está en el hospital! ?No van a detener a los que me agredieron y en cambio vienen a interrogarme?


    -Se?or Guerrero–respondió el policía con rostro impasible-, sus lesiones no fueron causadas por terceros, sino que usted mismo ses provocó al forzar entrada.


    -Ya investigamos el incidente. Usted derribó puerta y al hacerlo, tumbó un estante con medicamentos que le causaron una reión alérgica. No tiene ninguna rción cons otras


    personas.


    Tras explicar situación, el oficial reparó en presencia de André. Durante su investigación, los policías ya habían indagado sobre el entorno de Sabrina y conocían perfectamente quién era André.


    -Se?or Carvalho -dijo el policía-, su esposa sufrió un susto considerable. ?No considera pertinente ir a ve?


    -De cualquier manera, en esta ocasión fue el se?or Guerrero quien inició provocación. Desde cualquier ángulo, él no tiene justificación para sus iones.


    Aunque el oficial mantenía un tono profesional, su mirada hacia André contenía un destello


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    Capitulo 247


    inequívoco de reprobación. Un supuesto amigo que llevaba a su amante a provocar conflictos resultaba excesivamente atrevido. Era gracias a que se?orita Ibá?ez conocía ley y tenía principios que no había respondido al mismo nivel de provocación.


    De lo contrario, si se hubiera desencadenado una pelea física, aunque fuera catalogadao agresión mutua, se?orita Ibá?ez habría llevado todass de perder.


    André finalmenteprendió magnitud de lo sucedido. Su entrecejo se arrugó


    profundamente mientras sentía una creciente furia interna. ?Cómo no había anticipado que Fabián podría causarle tantos problemas?


    -?Eso es totalmente absurdo! -protestó Fabián, negándose a aceptar situación — ?Ellos intimidaron primero a Araceli! ?Por qué pueden intimidar a alguien y nosotros no podemos defendernos?


    El policía dirigió su atención hacia Fabián con expresión inquisitiva.


    -Se?or Guerrero, ?podría explicar exactamente cómo intimidaron a se?orita?


    -?La obligaron a selionar hierbas y Araceli se cortó mano! -respondió Fabián con absoluta convión-. ?Araceli es violinista y si sus manos quedan da?adas, ?quién va a


    responsabilizarse?!


    Al pronunciar estas pbras, Fabián tomó mano de Araceli para mostrao evidencia al oficial.


    El policía examinó mano en cuestión y se quedó momentáneamente sin


    pbras. Araceli presentaba unos cortes superficiales, aparentemente causados por ramas o algo simr. Eran leves y probablemente sanarían para el día siguiente.


    Aunque consideraba quejapletamente ridíc, el oficial preguntó por puro procedimiento:


    -?La obligaron a selionars hierbas contra su voluntad?


    -?Sí!-insistió Fabián con un brillo de triunfo en sus ojos-. ?Amenazaron su vida!


    Al escuchar semejante acusación, el rostro del policía se transformó instantáneamente.


    -Se?or Guerrero, si lo que afirma es verdad, investigaremos este asunto con toda seriedad...


    El oficial no había terminado de har cuando Fabián, creyendo tener ventaja,enzó a insistir más.


    -ro, tienen que tomarlo en serio. Están usando vida de Aracelio amenaza...