Capítulo 512
Además, durante todos estos a?os, e había estado viviendo lejos, sin disfrutar de los recursos de familia Ramos.
Después de lo que sucedió con Nicolás, si Sabrina hubiera admitido lo ocurrido en ese momento, él habría considerado que era valiente y habría visto con mejores ojos.
Quizás, incluso, habría apoyado.
Sin embargo, el hecho de que no se atreviera a admitirlo le causó una gran decepción.
Aparte de su apariencia, no había heredado nada de excelencia de su madre.
Después de que Sabrina dejó familia Ramos, él reflexionó sobre el asunto y se preguntó si tal vez había sido demasiado exigente con e.
E no erao su madre, que había crecido en una familia adinerada y recibido una buena educación.
Ya tenía una hija excepcional, no necesitaba que Sabrina fuera igual de sobresaliente que su madre.
Pero en ese momento, de repente se dio cuenta de que chica en el escenario tenía un leve parecido con Celeste.
E no era... tan insignificanteo él había pensado.
Eva, sentada a sudo, inicialmente tenía una expresión rjada.
Pero a medida que música continuaba, su sonrisa se fue desvaneciendo, reemzada por
sorpresa.
El nivel de violín de Sabrina... resultaba ser más alto de lo que había imaginado.
Recordó que sabía que Sabrina también estaba aprendiendo a tocar el violín, pero nunca
había escuchado tocar.
Era su percepción equivocada que le había hecho pensar que Sabrina no era tan buena.
Al menos, no mejor que e.
Eva era una experta, y podía notar que el nivel de violín de Sabrina era muy alto. Incluso... no tenía nada que envidiarle a e.
En el pasillo del evento, una figura delgada y atractiva caminaba aburrida hacia salida, con intención de tomar un poco de aire fresco.
Había venido con el propósito de conocer a Sabrina.
Quería ver qué tenía de especial esa mujer que constantemente ponía en aprietos a Araceli, al
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punto de convencer al excéntrico Hernán, quien llevaba a?os sin aparecer, de salir del retiro por
e.
Sin embargo, después de tanto esperar, solo había vistos actuaciones de un hombre, una mujer y un ni?o.
Eso le parecíapletamente aburrido.
Le gustaba escuchar música de violín y había desarrodo cierto dominio en ello.
Podía reconocer que el nivel del violinista era aceptable.
Sin embargo, pieza que tocaba no era de su agrado.
Durante a?os, solo había disfrutado de una melodía en particr.
Era La Promesa, interpretada por Araceli en el jardín trasero.
La había escuchado repetidamente, sin cansarse jamás.
Lamentablemente, emoción que sintió primera vez que escuchó no había podido ser replicada por nadie.
Ni siquiera por Araceli, intérprete original.
Araceli decía que ese estado de perfión era algo que se encontraba por casualidad, que algunos nunca lo experimentaban y que, para otros, ocurría solo una vez en vida.
Por eso, no podía volver a reproducir aque interpretación.
Entendía que tenía razón, pero aun así, no podía evitar sentirse un poco decepcionado.
Durante todos estos a?os, había buscado a alguien capaz de interpretar esa pieza con misma emoción que él deseaba, pero no había tenido éxito.
Sin embargo, en ese momento, música que provenía del interior del salón captó su atención.
Esa música... tenía un parecido con lo que había escuchado en el jardín trasero aquel día.
Aunque el tono era ligeramente diferente.
Los pasos del hombre se detuvieron.
En el juego de luces y sombras, se reveló un rostro joven y atractivo.
Sus ojos,o gemas oscuras, eran ros y brintes.
Susrgas pesta?as,o abanicos, proyectaban una ligera sombra.
Era un joven muy atractivo, con una apariencia delicada y juvenil.