Capítulo 488
Después de todo, si André llegara a descubrir esedo de Sabrina, toda su aura se desmoronaría.
En cuanto a Fabián...
Era unpleto desastre depa?ero. Con tal de que no empeorara situación, ya era ganancia.
Sabrina no estaba preocupada por los métodos de Fabián.
Además, tenía a Jorge vigndo cada uno de sus movimientos.
Aparte de André y Fabián, Sabrina no podía imaginar quién más podría ayudar a Araceli.
Mientras que a su alrededor, tenía a Gabriel, Marcelo y Est, no había necesidad de temers artima?as de Araceli.
Sin embargo, Sabrina no sabía por qué, pero sentía una ligera sombra de inquietud en su corazón.
Algo no cuadraba, aunque no lograba descifrar qué era en ese momento.
Una ráfaga de viento sopló y Sabrina estornudó.
La brisa nocturna era un poco fría.
Tenía que regresar rápidamente a casa para tomar una ducha y cambiarse de
ropa; no podía permitirse enfermarse en ese momento.
Al llegar a entrada, Sabrina estaba a punto de mar un carro cuando un lujoso vehículo negro se detuvo frente a e.
La ca del carro, con varios ochos, le resultaba familiar y mativa.
La puerta del carro se abrió y una figura alta y elegante descendió.
-Sabrina, ?qué te pasó? -Gabriel se acercó rápidamente al ver que e estaba empapada.
Sabrina se sorprendió-: Se?or Castillo, ?qué hace aquí?
Gabriel notó su rostro pálido y se quitó el abrigo para ponérselo sobre los hombros.
-Romeo me dijo que tenías una presentación esta noche. Yo estaba cerca y decidí pasar a
verte.
Sabrina había neado llevar a Romeo de regreso a familia Castillo después del ensayo.
Sin embargo, Romeo no quiso ir, así que Sabrina dejó que Dani se quedara en casa con él.
Romeo le había preguntado dónde ensayaría, ya que quería asistir a su presentación.
Sabrina no le dio muchas vueltas al asunto y le dio dirión.
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Capitulo 488
Justo cuando Sabrina iba a responder, otra figura se acercó desde distancia.
-Se?orita Ibá?ez.
Era Iván, el asistente de André.
Sonriendo, dijo-: Se?orita Ibá?ez, el se?or Carvalho mencionó que usted había caído algo identalmente y temía que no pudiera conseguir un carro, por lo que me envió para lleva a
casa.
El carro de Iván había estado estacionado cerca, originalmente para llevar a André de regreso.
Poco antes, André le había mado, pidiéndole que llevara a Sabrina primero.
Aunque Sabrina no soportaba a gente alrededor de André, Iván siempre le había dejado una buena impresión.
Cuando no podía contactar a André, Iván siempre encontraba manera de ayuda.
Era uno de los pocos del círculo de André que trataba con respeto.
Sabrina respondió-: Gracias, asistente Iván, pero no será necesario. Mi amigo ya vino a
recogerme.
Iván le echó un vistazo a Gabriel y, sabiendo que Sabrina no se subiría a su carro, no insistió.
-De acuerdo. Si necesita algo, se?orita Ibá?ez, no dude en marme.
Sabrina asintió y subió al carro de Gabriel.
Una vez dentro, Gabriel preguntó-: Sabrina, ?qué pasó exactamente? ?Por qué estás tan desali?ada?
Sabrina le narró brevemente lo ocurrido hace un rato.
Luego, preguntó-: Se?or Castillo, ?conoce a alguien que pueda reparar celres?
Gabriel se rio-: Solo se mojó un poco. Repararlo es panido. No te preocupes, ma?ana mismo me encargo de que alguien lo arregle.
Esa misma noche, Araceli acababa de salir de ducha cuando su celr, que estaba sobre mesa,enzó a sonar.
Miró el número en panta, un número familiar, y una chispa de temor cruzó su mirada.
?Era esa persona otra vez!
Esa persona había falsificado su condición médica hasta el punto de que ni siquiera André pudo detectarlo, lo que demostraba lo influyente que era.
Le había ayudado a resolver muchos problemas que no podía pedirle a André que solucionara.
Sin embargo, no se atrevía a utilizarlo de misma manera que utilizaba a Fabián.
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Capitulo 488
Después de tomar varias respiraciones profundas, Araceli, temndo, levantó el celr y contestó mada.