17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 312

Chapter 312

    Capítulo 312


    Aunque adrenalina corría por sus venas, Fabián sabía perfectamente que el precio del brazalete había superado por mucho su valor real. El rostro del subastador apenas contenía el júbilo que amenazaba con desbordarse; sus ingresos dependían directamente desisiones calcdas sobre el valor final de cada pieza. Si bien los artículos no eran baratos, cuando se vendían cerca del precio bases ganancias resultaban limitadas. Cuanto mayor fuera el sobreprecio, más abultada sería suisión; por eso adoraban apradores ingenuos dispuestos a gastar fortunas por simple vanidad.


    Sabrina, notando vión de Fabián, intervino con tono despreocupado:


    -?Ya no va a subir oferta, se?or Guerrero? Entonces el brazalete será mío, ?no es así?


    El subastador, aprovechando el momento, contribuyó a tensión:


    -Ochenta millones, ?alguien ofrece más?


    -Ochenta millones a una.


    Al escuchar el desafío vdo en voz de Sabrina, los ojos de Fabián se encendieron instantáneamente. Levantó su paleta sin pensarlo dos veces:


    -Noventa millones.


    Sabrina esbozó una sonrisa sutil y cesó su participación. El subastador repitió el ritual varias veces antes de anunciar con evidente satisfión:


    -?Noventa millones, vendido!


    La expresión de Fabián se petrificó mientras dirigía su mirada hacia Sabrina. "?Por qué demonios dejó de pujar tan repentinamente?", se preguntó desconcertado. Al cruzarse sus miradas, e mostró un gesto de aparente resignación.


    -Qué generoso es usted, se?or Guerrero. No estoy a su altura, solo pude llegar hasta ahí.


    Una sensación extra?a se instaló en el pecho de Fabián, pero disimuló con pbras


    mordaces:


    -Si no tienes dinero, no deberías venir a estos lugares. Esto no es para genteo tú.


    Sabrina no mostró ninguna se?al de ofensa, simplemente sonrió con serenidad y guardó silencio. Los ojos de Araceli briron con súbitaprensión,o si acabara de descifrar algo importante.


    -Fabián, ya no sigas pujando contra Sabrina, solo te está provocando -intervino André con tono grave.


    Aunque impetuoso, Fabián no carecíapletamente de inteligencia. Ya habíaenzado a sospechar algo, pero su orgullo le impedía reconocerlo abiertamente. Soltó una risa seca:


    -?Me está provocando? ?Y acaso yo no puedo hacer lo mismo? André, Araceli, solo esperen.


    20:07


    Cuando el precio suba lo suficiente, dejaré de pujar y veremos quién quedao unpleto idiota.


    André quiso agregar algo más, pero una nueva ronda de subastas dio inicio. Esta


    vez


    presentaban una antigua pintura mural. Como era previsible, Sabrina volvió a participar en puja.


    Tras haber caído en trampa dos veces consecutivas, Fabián dibujó una sonrisa gélida y desafiante. "?E puede inr los precios? Yo también puedo jugar ese juego“, pensó. Cuando oferta alcanzó los veinte millones, inmediatamente ofreció cuarenta. Sabrina respondió con cincuenta, y él contraatacó con ochenta millones.


    Entonces, Sabrina abandonó puja.


    Fabián quedó estupefacto. Los artículos anteriores, al menos, podía obsequiárselos a Araceli. Pero esta pintura mural... Araceli ramente mostró desinterés alentar:


    -Fabián, esa pintura no vale más de treinta millones.


    "?Acabo de gastar ochenta millones en una obra que no tiene utilidad y que ni siquiera sé apreciar? ?Soy realmente tan estúpido?", se cuestionó internamente mientras el personal, con sonrisas apenas disimdas, le entregaba pintura. No tuvo más remedio que acepta con los dientes apretados.


    -Fabián, ?y si esta vez solo pujamos un par de veces? -sugirió Araceli en voz baja-. Si el precio supera el doble de su valor real, mejor dejamos de pujar.


    La mirada sombría de Fabián permaneció fija en Sabrina. No estaría satisfecho hasta hace caer en su propia trampa al menos una vez.


    -Está bien, ahora seguiré tu consejo.


    La subasta continuó con un jarrón antiguoo siguiente pieza. Fabián se


    preparó mentalmente para darle a Sabrina una cucharada de su propia medicina.


    Sin embargo, algopletamente inesperado ocurrió.
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)