17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 292

Chapter 292

    Capítulo 292


    -Hastas cremalleras están hechas de oro puro. Con solo desmontar los diamantes y el oro ya se podría vender por una fortuna -dijo mientras deslizaba sus dedos por t reluciente.


    Fabián contempló a Sabrina ataviada con el tesoro de tienda del Grupo Guerrero, y furia encendió sus ojoso brasas. Era evidente que lo había hecho a propósito. Había elegido precisamente ese vestido para provocarlo, para desafiarlo abiertamente frente a todos.


    Estaba a punto de abnzarse sobre e cuando Araceli lo detuvo con firmeza. Araceli percibía ramentes intenciones de Sabrina, aque deliberada provocación. Para ser sincera, también hervía de rabia por dentro. ?Cómo se atrevía esa mujer a derrochar semejante cantidad en tan poco tiempo? ?Acaso creía que el patrimonio de André le pertenecía?


    "Disfruta mientras puedas, Sabrina", pensó Araceli con una sonrisa amarga. "Tus días de abundancia están contados. ?De verdad crees que el dinero de André es tuyo para gastarlo así? Cuando firmen el divorcio, empezará tu pesadi. Todo ese dinero que has malgastado te será cobrado de otras formas. Y ese violín Astra Aestiva... también me pertenece".


    Sabrina ignoró indignación de Fabián y dirigió a André una sonrisa radiante.


    -?De repente te volviste tan generoso conmigo? Seguro hay algo más, ?no? Déjame adivinar, ?qué podrías querer...? -hizo una pausa calcda. La verdad no tengo mucho de valor, lo único que todavía vale algo es mi violín, Astra Aestiva.


    -?Quieres que le preste el violín a Araceli, verdad?


    André apenas movió losbios al responder:


    -Solo será por un tiempo, te lo devolveremos.


    -Vaya, parece que le atiné -asintió Sabrina antes de continuar-: ?Y si se lo presto y e lo rompe?


    La voz de André surgió grave y profunda.


    -No va a pasar.


    -Siempre existe esa posibilidad. ?No eres tú quien siempre me dice que no debo ser tan categórica? ?Por qué ahora estás tan seguro?


    André respondió con firmeza:


    -La se?ora Celeste es el ídolo de Araceli. E va a cuidar ese violín con su vida.


    -Te pregunto qué pasa si el violín se rompe, y me sales con evasivas sin darme una solución ra. Pero no importa, de todas formas no te voy a prestar el violín.


    Sabrina elevó mirada hacia el hombre imponente frente a e, acercó su rostro delicado al oído masculino y susurró pbra por pbra:


    -No sabes cuánto me alegra poder divorciarme de ti. ?Sabes por qué he estado usando el


    16:26


    Capitulo 292


    nombre de se?ora Carvalho para ir depras últimamente...? Porque tenía miedo de que inventaras alguna excusa para no venir a firmar el divorcio.


    La pup de André se contrajo súbitamente. Una sensación desconocida de pérdida de control invadió su pecho, una emoción que jamás había experimentado antes. Pero rápidamente, esa inquietud se transformó en ira.


    -Sabrina, te vas a arrepentir -pronunció con frialdad.


    Sabrina esbozó una sonrisa ligera.


    -Primero divorciémonos, y después tendrás toda oportunidad de hacer que me arrepiente. Ahora, ?podemos entrar a terminar con esto?


    André, con expresión imprable, observó una vez más antes de dirigirse al registro civil con pasos firmes y decididos.


    Se sentaron juntos frente a ventani de divorcios, entregando toda documentación requerida al funcionario. éste verificó minuciosamente información y levantó vista hacia pareja.


    -Todavía tienen oportunidad de cancr el trámite. Si alguno de ustedes no desea continuar, cita de hoy puede anrse. ?No quieren pensarlo mejor?


    -No necesitamos pensarlo más, por favor proceda cuanto antes -respondió Sabrina con


    determinación.


    El funcionario dirigió su mirada hacia André.


    -?Y usted, se?or Carvalho?


    De pronto, André interrumpió:


    -Espera un momento.


    212
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)