Capítulo 291
Sin embargo, al ver as dos personas que seguían a André, el rostro de Dani cambió ligeramente.
-?Qué hacen aquí Fabián, esembiscón, y Araceli, esa malnacida? -murmuró Dani con evidente disgusto.
-Tal vez vinieron a celebrar-sugirió Sabrina, manteniendopostura.
André se acercó a e con pasos firmes, su rostro apuesto permanecía impasibleo ungo en calma, sin revr emoción alguna.
-?Trajiste todo?
-Traje todos los documentos necesarios -respondió Sabrina con tono neutral.
Los ojos oscuros de André, magnéticoso pozos insondables, se varon en e.
-No me refería a eso.
Sabrina observó a Araceli, quien aguardaba detrás de André, y esbozó una sonrisa calcda.
-También trajes medicinas para se?orita.
Tomó bolsa de manos de Dani con un movimiento preciso.
-Una vez que los trámites estén listos y el pago final se haya realizado, estas medicinas serán
suyas.
Sabrina había traído todos los medicamentos necesarios para el tratamiento de Araceli; el acuerdo era ro y equitativo.
André extendió mano para tomar bolsa, pero Sabrina apartó con sutileza.
-Hasta que los trámites no estén listos y el pago no esté hecho, no puedo dárts.
André bajó mirada hacia mujer frente a él, evaluánd en silencio.
Hoy lucía un vestido rojo intenso que contrastaba con su piel y delineaba su figura, otorgándole un resndor inusual.
En memoria de André, e raramente usaba colores tan vibrantes y mativos.
Aunque superaba en belleza a Araceli, en sus recuerdos siempre había permanecido discreta y sin demasiado brillo.
Pero últimamente, había notado que Sabrina ya no era misma de antes.
Se había transformado en una presencia luminosa y cautivadora,o un lienzo
en nco súbitamente impregnado de tonalidades brintes.
Era deslumbrante.
16-265
Desde el principio, él no había deseado el divorcio.
Sabrina era una esposa ejemr, una madre dedicada. Aunque en cinco a?os de matrimonio no había desarrodo una pasión arrebatadora por e, existía un sentimiento genuino.
Además,partían un hijo.
él aspiraba a proporcionarle a Thiago un hogar íntegro, diferente al suyo propio.
Comprendía perfectamente que insistencia de Sabrina en el divorcio tenía un motivo ro.
Le perturbaba profundamente presencia de Araceli.
Pero cuando una vida pendía de un hilo, no podía dar espalda a Araceli.
Comparado con existencia de Araceli, su matrimonio carecía de tanta relevancia.
En cuanto a Sabrina...
Mientras él lo quisiera, Sabrina jamás podría escapar de su influencia.
Sobre todo, cuando Thiago los unía irremediablemente.
Por ahora, permitiría que Sabrina reflexionara y recuperara calma.
Una vez que solucionara el asunto de Araceli, habría tiempo para reconciliarse. Siempre encontraba manera de manipr situación con e.
A pesar de todo, era madre de su heredero, y estaba dispuesto a concederle otra oportunidad.
André observó a Sabrina con intensidad.
-Si cancs el periodo de enfriamiento del divorcio, cumpliré con todo lo que acordamos, y también te ayudaré con tu carrera...
Las pbras de André fueron abruptamente interrumpidas por Fabián, quien intervino con urgencia.
-?André! Esta mujer anda usando tu apellido para estafar por todosdos, ?nomás mira cuánto da?o te ha hecho! Si no te divorcias, cuando pruebes mieles del dinero, ?seguro seguirá
haciendo lo mismo!
Sabrina dirigió una mirada evaluadora a Fabián y dibujó una sonrisa sutil.
-El se?or Guerrero tiene toda razón. Antes no sabía lo emocionante que podía
ser se?ora Carvalho, solo con el apellido puedesprar lo que quieras.
Sabrina avanzó unos pasos, deteniéndose frente a Fabián con calcda elegancia.
-Fabián, ?te parece conocido mi vestido? Es una pieza exclusiva del dise?ador principal de tu tienda, y solo este conjunto costó casi mil millones de pesos colombianos.
-Es primera vez que uso algo tan caro. Sin duda vale cada peso, sensación al llevarlo
16:26
puesto es iparable.
Sabrina bajó mirada para examinar el vestido yentó con fingida
admiración:
-Dicen ques piedras brintes del vestido son diamantes auténticos, todos de
calidad superior, no simples fragmentos sobrantes.
15.06