Capítulo 251
André estaba furioso y sorprendido. La audacia de Sabrina al tratarlo de esa manera lo había dejado sin pbras. Con un gesto calcdo, e tomó una toallita desinfectante de mesa y, sin mostrar emoción alguna, limpió meticulosamente su barbi y mu?eca.
-?Por qué está tan enojado, se?or Carvalho? ?No era usted quien me
amenazaba con Thiago para negociar antes?
Arrojó toallita al basurero y miró a André con una sonrisa apenas perceptible que escondía una victoria silenciosa.
-El se?or Carvalho es un buen maestro, solo aprendí de usted.
La imagen de Sabrina negándose obstinadamente a disculparse con Araceli atravesó mente de Andréo un relámpago, haciendo que le costara respirar. Un reconocimiento amargo se instaló en su consciencia: efectivamente, él había amenazado de esa manera antes.
Sabrina notó el cambio en expresión de André y suavizó su tono estratégicamente.
-?No valen más carrera de tu hermano y vida de tu verdadero amor que estas cosas materiales?
André frunció el ce?o y respondió:
-No puedo darte mitad de mi patrimonio.
Una leve sonrisa fría se dibujó en el interior de Sabrina. André siempre favorecía a Araceli sin reflexionar, simplemente porque e no afectaba sus intereses. Pero una vez que se tratara de su dinero, probablemente ni siquiera Araceli tendría prioridad.
Sabrina nunca tuvo intención de llevarse mitad de fortuna de André. Solo estabaenzando con una oferta elevada para después negociar desde una posición ventajosa.
-No querrá darme iones depa?ía, y respecto as propiedades... sería muyplicado hacer el papeleo de transferencia.
-Un precio fijo, diez mil millones -miró directamente a André, estudiando su reión-. Si me das los diez mil millones, no solo firmaré carta de perdón, también convenceré a Hernán de preparar un antídoto para Fabián y curar a Araceli.
Como si recordara un detalle importante, Sabrina a?adió:
-Le aseguro que enfermedad de Araceli definitivamente se curará, no hará que su dinero se
gaste en vano.
-Durante este tiempo, ha gastado bastante en buscar tratamientos para se?orita, ?verdad?
-Y esos diez mil millones incluyenpensación por el divorcio, los gastos por da?os al local, el da?o moral de Hernán y Romeo, el futuro de Fabián y el dinero que salvará a se?orita... André, este trato para ti no es una pérdida, ?verdad?
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una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
-Eres muy buena para los negocios.
Sabrina sonrió levemente, saboreando el peque?o triunfo.
-Para usted, los problemas que se resuelven con dinero no son problemas.
-Esos diez mil millones para genteún son una fortuna imposible de ganar en varias vidas, pero para usted, ni siquiera representan el ingreso de un a?o.
Se detuvo estratégicamente un momento antes de continuar:
-El padre de Romeo ya viene en camino de regreso, si se entera de que Fabián
casi mata a su hijo, ?crees que dejará ir a Fabián tan fácilmente?
La mirada de André se tornó gélida ante amenaza vda. -No digas tonterías.
Sabrina se?aló con un gesto calcdo en dirión a cámara de seguridad. -?Quieres ver lo aterrador que se veía Fabián en ese momento?
-Romeo es solo un ni?o de cinco a?os, y esta vez Fabián le dio un buen susto.
-Si no hubiera pruebas, ?crees que policía arrestaría a Fabián smente con nuestra pbra?
La entrada del vestíbulo de clínica tenía cámaras de seguridad, pero dentro des habitaciones no existía vigncia. Fabián había derribado puerta y al entrar, le echaron un polvo en cara, aunque él realmente no sabía que le habíannzado algo. Pensó que solo se había ensuciado cuando el estante se cayó identalmente. Además, cámara no alcanzaba a ver el interior de habitación.
El silencio se extendió pesadamente entre ellos. André permaneció inmóvil, atrapado en un cálculo mental que parecía no tener salida.
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