17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 244

Chapter 244

    Capítulo 244


    El rostro de Araceli fluctuó entre el rubor y palidez al escuchar aques pbras tan directas. Sus ojos revron un breve destello de indignación que rápidamente ocultó tras una expresión de inocencia ensayada.


    -Se?or Casta?o, me está malinterpretando... No heido nada, solo quería


    salir un


    momento con André para almorzar algo.


    Hernán observó con ojos prantes que parecían atravesar el velo de sus excusas, y respondió con firmeza inflexible:


    -Te doy una hora exacta. Si te retrasas, hoy te quedarás una hora adicional. Y si tardas dos horas, serán cuatro horas extra de trabajo.


    André tensó mandíb y su ce?o se arrugó profundamente, evidenciando su desacuerdo cons condiciones impuestas.


    -?No cree que está siendo demasiado estricto con estas exigencias?


    -Sin res ras no existe orden. Tú mismo diriges una empresa, ?permitirías que tus empleados llegaran tarde o se marcharan antes de tiempo sin consecuencias?


    -E no es su empleada -replicó André, con un tono que mezba reproche y contención.


    Hernán liberó una risa seca, carente de humor, mientras sus ojos se endurecían aún más.


    -Estoy tratando una enfermedad terminal sin cobrarle un solo peso. ?Y ni siquiera puede dedicar unos días a tareas sencis? Si tan poco valora su propia vida, no espere que los demás se esfuercen tanto por salva.


    Las pbras de Hernán dejaron a André sin argumentos, atrapado en lógica imcable que no podía rebatir sin contradecir sus propios principios empresariales. La tensión se respiraba en el ambiente mientras el silencio se extendía entre ellos.


    Araceli sintió cómo un nudo apretaba su garganta. Deseaba enfrentarse a este hombre y desenmascararlo ante Andréo el chatán que creía que era. ?No resultaba evidente que este anciano buscaba deliberadamente pone en aprietos? La impotencia corroía por dentro, pero revr verdad significaría exponer también su propia mentira. En su mente, culpable tenía nombre y rostro: Sabrina. Estaba convencida de que e había conspirado con este viejo para fastidia. Este pensamiento alimentó todavía más el odio que bullía en su interior.


    André dirigió su mirada hacia Araceli con expresión interrogante.


    -?Vienes conmigo para hacerte un chequeo o prefieres quedarte aquí?


    No era ingenuo; había notado ques heridas ens manos de Araceli carecían de gravedad. Ni siquiera requerían vendaje, pues los cortes ya habían cicatrizado. Araceli había neado usar estoo pretexto para marcharse, pero después des pbras de Hernán, esa opción quedaba descartada. Ya había invertido medio día allí, y abandonar ahora significaría


    15:04


    Capitulo 244


    -No, André, regresa tú... Yo estoy bien -respondió con una sonrisa forzada que apenas ocultaba su frustración.


    André consultó su reloj; debía regresar para una reunión importante y no disponía de tiempo para quedarse pa?ando a Araceli. Al escuchar su respuesta, asintió levemente.


    -Bien, entonces me voy a reunión.


    Sin más pbras, André se dio vuelta y se marchó con pasos firmes. Araceli se giró y captó mirada de Sabrina, quien esbozaba una sonrisa burlona en losbios. Esa expresión parecía transmitir un mensaje ro: "No eres tan especialo crees, ?verdad?" Araceli mordió subio inferior involuntariamente. André había olvidado porpleto que e no había


    almorzado.


    Durantes horas siguientes, Araceli tuvo que contenerse y soportar mientras realizababores básicas junto a Romeo, selionando hierbas medicinales. Comos ntas se recolectaban ens profundidades de monta?a, venían mezdas con numerosas ramas secas y enredaderas espinosas que dificultaban tarea.


    Cada vez que Araceli se raspaba con alguna espina, dejaba escapar un suave quejido y retiraba mano con un gesto exagerado de dolor,poniendo una expresión casicrimosa que buscaba generarpasión. A lorgo de toda jornada, Romeo ya habíapletado selión de tres lotespletos de hierbas, mientras Araceli no había conseguido terminar ni


    siquiera uno.


    La noche cayó rápidamente sobre el paisaje, y Hernán, advirtiendo hora, mó


    a todos para que regresaran. Al salir de clínica, Fabián ya esperaba en el exterior, apoyado despreocupadamente contra un auto deportivo mientras fumaba un cigarrillo con gesto


    indolente.


    Al verlo, Araceli corrió hacia élo si hubiera divisado a su salvador en medio de un desierto.


    -?Fabián!


    Sabrina observó brevemente escena entre ambos antes de alejarse junto a Romeo. Sin necesidad de presenciarlo, podía imaginar perfectamente que Araceli aprovecharía para desahogarse y presentar quejas boradas sobre su día.


    La ma?ana siguiente, cuando Sabrina llegó a clínica, notó que Araceli aún no había aparecido. Media hora más tarde, el silencio de ma?ana se vio interrumpido por sonidos desordenados de pasos y el inconfundible nto de Araceli aproximándose desde entrada.


    212
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)