Capítulo 242
Araceli contemba atónita audacia de Sabrina. ?Qué pretendía con aque mada? Quizás buscaba utilizar esta situacióno pretexto para aferrarse a André. Sin embargo, aunque André acudiera, lo haría exclusivamente por e. ?Qué papel jugaba Sabrina en todo esto? La intriga se deslizabao veneno por sus pensamientos mientras observaba cómo Sabrina, tras finalizar mada, invitaba afablemente a Hernán y Thiago a retomar el almuerzo.
Araceli se tocó el estómago, que protestaba por falta de alimento. Esa ma?ana había prescindido del desayuno anticipandopartir el almuerzo con André, pero los nes se habían torcido cuando Hernán dejó varada en aquel lugar. Al menos ahora André vendría a rescata, razón por cual no había detenido a Sabrina durante mada. Necesitaba urgentementeunicarle a André el trato deplorable que estaba recibiendo.
Transcurrida una hora, André finalmente hizo su aparición. Para entonces, Sabrina y los demás habían concluido su almuerzo. Romeo selionaba hierbas con esmero, Sabrina pulverizaba ntas medicinales con dedicación metódica, y "paciente” Araceli permanecía sentada estratégicamente frente a puerta, vignte. Al distinguir imponente figura masculina cruzando el umbral con zancadas decididas, sus ojos se iluminaron instantáneamente.
-?André, viniste!
El hombre dirigió su mirada hacia mano de e.
-?Es muy grave herida?
Araceli, emndo a un conejo asustado, ocultó rápidamente mano tras su espalda.
-No, solo me corté tantito, ya estoy bien...
André frunció el ce?o y capturó aque mano evasiva. Su desconcierto fue inmediato: piel de Araceli lucía inmacda, sin rastro alguno de lesión. Efectivamente,o e afirmaba, ya estabapletamente recuperada.
André dirigió una mirada severa hacia Sabrina, quien continuaba imperturbable con subor.
-?Me estás tomando el pelo?
Antes que Sabrina pudiera articr respuesta, Romeo intervino decidido.
-Se?or Carvalho, ?por qué no pregunta primero antes de acusar a se?orita Sabrina? Fue se?ora Vargas quien se quejaba de dolor. Dijo que su condición era especial y que podría desangrarse.
-Hasta contó que semana pasada se cortó el dedo y usted estaba tan
preocupado que llevó al hospital y tenía sangre lista para e.
-Resulta que había un paciente con hemorragia en el hospital y usaron sangre de se?ora
15.03
Capitulo 242
Vargas. Usted se enojó tanto que corrió a todos los doctores.
Los adultos suelen mentir, pero los ni?os generalmente dicen verdad. Aunque André albergaba ciertas dudas sobre Romeo, el peque?o había mencionado detalles específicos que solo él y Araceli conocían. La verdad resultaba evidente.
En ese preciso instante, Hernán emergió de trastienda cargando varios frascos medicinales.
-Esta joven se?orita realmente dijo todo eso, si no, habríamos vendado sin pensarlo dos
veces.
André vó su mirada en Araceli. Sus ojos oscuros reflejaban una calma inquietante.
-Araceli, ?es cierto?
E apretó involuntariamente el pu?o. Casi había olvidado que todos allí eran aliados de Sabrina, ninguno tomaría su partido. Su mente trabajó velozmente hasta encontrar una justificación usible.
-Escuché que todass medicinas tienen algo de veneno, y me corté identalmente cons hierbas, así que en ese momento me dio miedo infectarme.
-Le conté a se?orita Ibá?ez lo del hospital porque el ni?o dijo que cuando sestima, ni le importa. No quería verme más débil que un ni?o de cinco a?os... por eso se lo expliqué.
-Además...
Elevó mirada hacia André.
-Yo en ese momento no le dije nada a se?orita Ibá?ez. Fuiste tú quien llegó acusando sin preguntar y dijiste que e te estaba tomando el pelo...
212