Capítulo 184
André sintió una punzada de culpa al darse cuenta que no había hecho absolutamente nada por Sabrina. Observó mirada cargada de ironía en sus ojos y algo dentro de él se estremeció por un instante.
-Te equivocas, solo quiero ayudarte -pronunció con una voz grave y contenida.
-No disfraces tu apoyo a Aracelio si fuera un acto noble. Si de verdad quisieras ayudarme no habrías permitido que me difamaran, y mucho menos estarías parado aquí ahora mismo.
-Sabrina, no actúes por impulso. El talento de Araceli va más allá de lo que imaginas. Esta apuesta de hoy, no hay forma en que ganes. Tu única salida es nopetir -André miró directamente, cado cada pbra-. Si no subes al escenario, ticamente no perderás. ?De verdad quieres que Thiago te vea humida de esa manera? En cuanto al cor, si le prestas tu violín a Araceli, te lo devolverá. Una vez que termine su concierto, ese Astra Aestiva también regresará a tus manos. Si aceptas, yo me encargaré de todo lo demás. No te preocupes, Araceli no te causará problemas.
Sabrina audió suavemente con fingido asombro.
-Qué curioso, se?or Carvalho, que por primera vez piense tanto en mi bienestar. Me tiene verdaderamente impresionada.
A pesar de sus pbras, su rostro no mostraba ni un ápice de gratitud. La sarcasmo en su voz era evidenteo una bofetada.
André frunció el ce?o con visible contrariedad.
-Por cierto -retomó Sabrina tras una breve pausa-. Mencionaste lo del violín... si me niego a prestarlo, ?no me devolverás el cor de mi madre? ?Tampoco me ayudarás con todo lo que
acabas de decir?
-Creo que deberías saber cuál es decisión correcta -respondió André con una mirada impasible.
-Ya terminaste, ahora quítate de mi camino. Tengo quepetir -espetó Sabrina con impaciencia.
Sin esperar respuesta, tomó mano de Romeo y pasó junto a Andréo si fuera un obstáculo insignificante.
-Sabrina, ?siempre tienes que ser tan terca? -André no podía creer obstinación de mujer.
Sabrina se detuvo bruscamente.
-Si de verdad quieres ayudarme, entonces haz que Araceli se retire depetencia. Que e se retire tendría exactamente el mismo efecto que si yo lo hiciera -giró para enfrentarlo-. ?Por qué siempre tengo que ser yo quien se haga a undo? ?En tu cabeza, siempre que todos estén contentos, no importa si yo cedo, agacho cabeza y me trago humición?
1421
André quedó desconcertado por un momento, y cuando finalmente reionó, Sabrina desaparecido entre multitud.
Detrás del telón, Araceli estaba a punto de salir a escena.
ya
había
-Se?orita Sabrina, ?vamos a perder? -preguntó Romeo alzando mirada hacia el rostro tensc de su pa?ante.
El peque?o había seguido atentamente apuesta entre Sabrina, Araceli y Fabián. Lo observaba todo en silencio y, cuando todos dudaban de e, él no pronunciaba pbra alguna, porque en su corazón sabía que se?orita Sabrina triunfaría sin duda y caría a todos esos incrédulos. Sin embargo, conforme se acercaba el momento de presentación, sentía crecer inquietud en su pecho. -Romeo, no te preocupes, vamos a ganar -afirmó Sabrina mirándolo con una determinación que jamás le había visto antes.
El corazón ansioso del ni?oenzó a tranquilizarse gradualmente. Mientras conversaban,s luces del escenario se atenuaron de repente. La actuación de Araceli estaba porenzar.
Minutos después,s luces volvieron a brir con intensidad. Una joven hermosa apareció bajo el reflector principal. Su presencia era sublime, su elegancia y el vestido nco que portaba le conferían un aire altivo y puro,o si hubiera emergido intacta del fango. La luz resaltaba cada contorno de su silueta, haciendo que su rostro meticulosamente arredo pareciera etéreo e inmacdo.
De pronto, una melodía suave y cadenciosaenzó a fluiro agua cristalina capaz de purificar el alma, regndo un deleite iparable a los sentidos.