Capítulo 143
Romeo alzó cabeza con brusquedad, sus ojos brindo con incredulidad.
-?Lo dices en serio? ?De verdad me pa?arás al evento?
Sabrina asintió con una sonrisa cálida iluminando su rostro.
-Por supuesto que iré contigo.
Con un impulso de emoción pura, Romeo abrazó pierna de Sabrina, su peque?o rostro irradiando felicidad.
-?Se?orita Sabrina, eres maravillosa!
Mientras contemba al peque?o saltando de alegría, una tormenta de
sentimientos agridulces se arremolinó en el pecho de Sabrina.
Thiago consideraba una vergüenza y deliberadamente ocultabas actividades escres que requerían presencia familiar.
En cambio Romeo, con su ternura natural, no solo pedía su permiso con delicadeza, sino que celebraba su aceptación con genuino entusiasmo.
El contraste entre ambos ni?os era dolorosamente evidente.
Sabrina vaciló un momento antes de preguntar con voz suave:
-Romeo, ?realmente quieres que sea yo quien te pa?e?
La expresión del peque?o se ensombreció instantáneamente.
-?No deseas ir conmigo, se?orita Sabrina?
-No es eso-aró e con gentileza-. ?No te avergonzará presentarme ante tuspa?eros?
Romeo respondió sin titubear:
-?La se?orita Sabrina es tan hermosa! ?Cómo podría avergonzarme?
-Pero si no conseguimos un buen resultado...
El ni?o interrumpió con expresión decidida y solemne.
-Con que se?orita Sabrina esté a mido en el evento, seré inmensamente feliz.
La voz de Romeo se tornó mncólica mientras continuaba:
-Yo no tengo mamá, y papá siempre está demasiado ocupado. Nunca hay nadie que me pa?e as actividades escres... Cada vez que organizan algo, finjo estar enfermo para no asistir.
-A veces pienso que si tuviera una mamá, todo sería diferente. La obedecería en todo y jamás
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haría nada para disgusta.
-Los fines de semana iríamos juntos al parque, a los juegos. E me ayudaría con mis manualidades, dibujaría conmigo y me contaría cuentos antes de dormir.
-En los eventos del jardín, siempre estaría junto a mí.
-No me importaría si no fuera más be, o perfecta, o si tuviera defectos. Con tal de que permaneciera a mido, yo seríapletamente feliz. Pero...
Los ojos de Romeo se inundaron de lágrimas contenidas.
-Hay ni?os con madres extraordinarias que no saben valoras. No entienden que esas mamás que ellos desprecian son precisamentes que yo anhelo tener...
El corazón de Sabrina se contrajo dolorosamente.
Las pbras del peque?o resonaron en lo más profundo de su alma.
Aques escenas que Romeo imaginaba eran exactamentes mismas que e
había so?ado. él nuncas había experimentado.
Y e, teniénds al alcance, no podía disfrutas.
No sabía cuál de los dos cargaba con mayor desventura.
Con ternura, Sabrina envolvió al ni?o entre sus brazos.
-No te preocupes, se?orita Sabrina siempre estará contigo.
Romeo levantó su rostro y pronunció con inesperada gravedad:
-Yo también estaré siempre junto a se?orita Sabrina.
Una sonrisa genuina iluminó el rostro de e.
-Perfecto. Enpetencia del fin de semana, conquistaremos el primer lugar, ?de acuerdo?
Los ojos del peque?o resndecieron con renovada esperanza.
-?Sí, lo haremos!
En el jardín de infantes.
Cuando Thiago se enteró del evento escr, su primer pensamiento fue para Araceli.
"La se?ora Vargas toca el violín maravillosamente. Es una violinista excepcional."
Estaba convencido de que con participación de se?ora Vargas, el primer premio estaría asegurado.
Había presenciado su interpretación anteriormente.
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Aunque su conocimiento musical era limitado, imagen de se?ora Vargas ejecutando el violín con su elegante vestido nco permanecía grabada en su memoriao de una
divinidad.
Desde aquel momento, su percepción sobre e había cambiado porpleto.
Sin embargo, durante su estancia en el hospital, se?ora Vargas lo había desilusionado ligeramente.
A pesar de visitarlo diariamente, sus estancias eran breves y nunca se quedaba a pa?arlo durante noche.
Siempre encontraba un pretexto distinto para marcharse.
-Thiago, lomento mucho, pero se?ora Vargas no se siente bien hoy, así que
ha ido a descansar. Ma?ana sin falta vendrá a verte.
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