Capítulo 120
Araceli captó un brillo peculiar en mirada de Thiago. Arrugó el entrecejo y se volvió hacia
André.
-André, ese ni?o, Romeo... ?qué tipo de rción tiene con se?orita Ibá?ez? ?No te parece extra?o que trate mejor a Romeo que a su propio hijo?
André, que hasta entonces no había prestado atención a Sabrina, levantó vista siguiendos pbras de Araceli. Su ce?o se tensó ligeramente al contemr
escena.
No alcanzaba a escuchar lo que Romeo decía, pero podía ver cómo Sabrina le sonreía con dulzura mientras le limpiaba con delicadezaisura de losbios usando una servilleta. Romeo, por su parte, alzaba mirada hacia e con una sonrisa radiante. En sus ojos briba una mez de admiración y dependencia hacia Sabrina,o si contemrao madre que siempre había deseado tener.
Aque imagen atravesó el corazón de Thiagoo una punzada dolorosa. Recordaba cuando su mamá lo trataba con esa misma ternura. Ahora, no solo se negaba a volver a casa, sino que lo ignoraba porpleto.
-Papá, ?verdad que mamá ya no me quiere porque tiene a ese ni?o malo?
André apenas abría boca para responder cuando Araceli se adntó con voz conciliadora.
-?Cómo crees eso, mi cielo? La se?orita Ibá?ez solo está confundida por culpa de ese ni?o. Tú eres su hijo de verdad, jamás te abandonaría.
-?Pero hace rato defendió a ese ni?o malo! -El rostro de Thiago se contrajo de frustración, su resentimiento hacia Sabrina creciendo por momentos-. ?Hum! Si e no me quiere, yo tampoco quiero a e.
Araceli tomó manita de Thiago entres suyas y susurró con voz aterciopda.
-No te preocupes. Aunque tu mamá te falle, se?ora Vargas siempre estará contigo, Thiago.
Thiago miró a Araceli con ojos conmovidos.
-La se?ora Vargas es mejor...
Un pensamiento cruzó su mente y sus ojos se enrojecieron súbitamente.
-Pero se?ora Vargas solo puede estar conmigo seis meses más... después ya no estará.
Araceli se quedó paralizada. Había olvidado ese detalle. Rápidamente se rpuso, mientras sus ojos se humedecían.
-La se?ora Vargas tampoco quiere dejarte, Thiago. Si me voy, ?qué va a ser de ti, mi ni?o?
Thiago se aferró a Araceli con fuerza.
-?No quiero que se?ora Vargas se muera! ?Por favor, no te mueras, se?ora Vargas!
17.26
Capitulo 120
André contempló escena con tristeza y, tras una pausa,entó:
-Fabián me habló de un médico muy talentoso, el doctor Casta?o. Un amigo se lo rendó. Si logramos contactarlo, quizá pueda ralentizar el avance de tu enfermedad.
El rostro de Araceli se iluminó instantáneamente.
-?En serio?
-Sí, pero es difícil localizarlo. Fabián está moviendo sus contactos y nos avisará apenas tenga
noticias.
Araceli dejó escapar un suspiro mncólico.
-De verdad espero que el cielo me regale más tiempo junto a Thiago. Si pudiera
verlo crecer, moriría sin arrepentimientos.
André calló unos segundos antes de responder.
-No pienses en eso ahora. Vas a estar bien.
Mientras conversaban, los tres tomaron asiento. Thiago también pidió un menú
infantil. Al notar presencia de Sabrina en otra mesa, dijo:
-Se?ora Vargas, yo también quiero un batido.
Araceli sonrióciente.
-Por supuesto, mi amor. Pediremos lo que tú quieras.
André, sin embargo, frunció el ce?o.
-No, Thiago. Sabes que tienes intolerancia actosa, no puedes tomar esas
cosas.
Thiago hizo un mohín de disgusto.
-Mamá nunca me dejaer esto, ni aquello, siempre dice que no es bueno para los ni?os. Pero luego se va a tomar batidos con otros ni?os... Me está mintiendo, solo no quiere que disfrute de nada.
Los ojos de Araceli briron con astucia.
-André, yo también tengo antojo de un batido. Pidamos uno. Le daremos a
Thiago solo un sorbito. Un poquito no le hará da?o.
Araceli desvió mirada hacia donde estaba Sabrina.
-Además...
17:26