Capítulo 104
Araceli perdió el equilibrio y se desplomó sobre el suelo, víctima de su propio impulso
desmedido.
La puerta se abrió de golpe revndo silueta imponente de un hombre cuya elegancia natural captó atención de todos los presentes. Al encontrar a Araceli tendida en el suelo, su expresión se tensó levemente antes de aproximarse para auxilia con movimientos precisos.
-?Estás bien? -preguntó André con genuina preocupación.
Al reconocer aquel rostro familiar, Araceli pareció recuperar momentáneamente lucidez. Sus ojos, hasta entonces perdidos en el vacío, se iluminaron con un destello de consciencia. Sin mediar pbra, senzó desesperadamente hacia André y rompió en nto contra su pecho.
-?André, tengo tanto miedo! ?Quieren encerrarme en un sitio oscuro! ?Ayúdame, por favor, no soportaría estar ahí dentro!
André arqueó ligeramentes cejas mientras susurraba con voz profunda:
-Tranqu, estoy aquí. Nadie va a llevarte a ninguna parte.
Sabrina sintió una punzada aguda atravesarle el corazón,o si una mano invisible hubiera retorcido algo dentro de e.
-?De verdad vas a protegerme, André? -preguntó Araceli con los ojos anegados en lágrimas.
-Si.
Aque simple afirmación pareció actuaro un bálsamo instantáneo para Araceli, cuya respiraciónenzó a normalizarse patinamente.
-No quiero quedarme en este lugar -murmuró con voz trém.
-Vámonos entonces.
Cuando André hizo ademán de marcharse con Araceli, Dani intervino incapaz de contenerse: -?En serio, André? ?Vas a coquetear con otra mujer frente a tu esposa?
André pareció percatarse entonces des demás personas en habitación. Al encontrarse con mirada serena de Sabrina, sus ojos oscuros se nuron por un instante.
Los oficiales, recuperados ya del sobresalto causado por el arrebato de Araceli, retomaron su postura oficial.
-Se?orita, debe pa?arnos para cborar en investigación por el cargo de secuestro.
André apartó mirada de Sabrina y respondió con calcda frialdad:
-Como pueden observar, su estado mental es ramente inestable. Me temo que seráplicado que cbore en cualquier investigación.
El policía frunció el ce?o con evidente contrariedad, sospechosos con problemas mentaleso los que aparentaba Araceli siempre resultaban particrmente dificiles de manejar. Iván apareció oportunamente en el umbral sosteniendo un grueso fajo de documentos.
La se?orita continua bajo tratamiento hospitrio por depresión severa y su estado mental es frágil. Aqui está el informe psiquiátricopleto que lo corrobora,
Para pacienteso Araceli, sin condena previa, con diagnóstico psiquiátrico y bajo internamiento hospitrio, resultaba imposible aplicar medidas coercitivas,
Los policías intercambiaron miradas de frustración antes de ceder:
En ese caso, necesitamos que el tutor legal nos pa?e para tomar su deración.
-Llév de regreso a su habitación -ordenó André a Iván con tono sereno,
-?No te vayas! -exmó Araceli aferrándose desesperadamente al brazo de André, con el rostro desencajado por el pánico. Tengo mucho miedo, no me dejes s,
Sabrina observó escena con expresión gélida mientras susbios se curvaban en una mueca apenas perceptible.
Quizás consciente de presencia de Sabrina, André apartó con suavidad el agarre de Araceli.
-Ve a descansar, Iré a verte después.
-?No! ?Me niego! -Las emociones de Araceli estaron nuevamente en un torbellino incontrble, sus pups dtadas reflejaban auténtico terror-. ?El cuarto oscuro es horrible!
Usan látigos que duelen muchísimo... no vayas, te lo suplico!
-Estaré bien, no me pasará nada.
El rostro de Araceli perdió todo color, mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejis. Se aferró a André con desesperación,o si su vida dependiera de ello.
-Si alguien debe ir, que sea yo. Por favor, no vayas, es demasiado peligroso...
Sin darle tiempo a reionar, Araceli se precipitó hacia los oficiales.
-Llévenme a mí, ?André no tiene culpa alguna! Esto no le concierne, ?no lo molesten!
1721