Capítulo 48
Sin embargo, justo cuando Fabián se aproximaba amenazante a cama, Sabrina desplegó una patada certera que impactó directo en su estómago.
El impacto fue brutal. Fabián perdió porpleto el equilibrio y se precipitó contra mesa auxiliar con un estruendo sordo.
Los vasos que reposaban sobre superficie se desplomaron al suelo, estando en una constción de fragmentos cristalinos.
Araceli, que observaba escena desde un costado, intentó por reflejo sujetar a Fabián para evitar su caída, pero su mano lesionada le falló en el momento crítico, provocando que ambos terminaran en el suelo.
Su cuerpo cayó directamente sobre el mosaico de cristales rotos.
En ese preciso instante, puerta de habitación se abrió violentamente.
La figura imponente de un hombre alto deplexión esbelta apareció en el umbral.
Al contemr el caos desplegado ante sus ojos, el recién llegado se detuvo abruptamente.
-?Qué está sucediendo aquí?
Fabián permanecía tendido en el suelo, con el rostro deformado por una mueca de dolor visceral.
Al percatarse de presencia de André, furia de Fabián se encendióo gasolina al fuego.
Se incorporó de un salto y se?aló acusadoramente a Sabrina.
-?André, esta supuesta convaleciente postrada por un idente automovilístico tiene fuerza suficiente para derribarnos a mí y a Araceli! Si no está fingiendo descaradamente, ?qué otra explicación existe?
-Que me ataque a mí podría serprensible, ?pero Araceli apenas se recupera de sus heridas, y esta mujer despiadada ha empujado deliberadamente! ?Sus intenciones son verdaderamente perversas!
André recorrió con mirada a Sabrina, quien permanecía intacta, y luego observó a Araceli tendida en el suelo. Sus cejas se contrajeron casi imperceptiblemente.
Las extremidades de Araceli presentaban cortes provocados por los fragmentos de cristal, dejando profundos surcos en su piel.
La sangre manaba de sus heridas, creando una estampa perturbadora.
Araceli no profirió gritos de dolor, sino que soportó el sufrimiento en silencio, con los ojos anegados en lágrimas, mientras luchaba por incorporarse.
Con el brazo lesionado, Araceli batalló sin éxito por levantarse, mientras nuevasceraciones
20:12
Capitulo 48
aparecían en su cuerpo por los cristales dispersos.
André entrecerró los ojos y, acercándose con decisión, levantó a Araceli del suelo.
Dirigió su mirada hacia Fabián y habló con voz temda.
-ma al personal para que limpien los fragmentos. Llevaré a Araceli para que reciba
atención médica.
Fabián pretendíanzar másentarios mordaces contra Sabrina, pero e ya había cerrado los ojos, mostrando una expresión de absoluta indiferencia,o si situación le resultarapletamente ajena.
Fabián resopló con desdén y solicitó que alguien acudiera a limpiar los restos de cristal.
No era consideración hacia Sabrina lo que lo motivaba, pues no le importaba si e resultaba
herida.
Lo hacía porque sabía perfectamente que André, tras atender a Araceli, regresaría para
confrontar a Sabrina.
Transcurrida una hora, André y Araceli efectivamente volvieron.
Araceli, quien antes podía deszarse por su propio pie, ahora se encontraba
confinada a una si de ruedas tras el incidente.
Apenas dirigió una mirada fugaz al entorno antes de bajar cabeza y concentrarse
nuevamente en su teléfono móvil, simndo indiferencia.
André observó expresión cial de Sabrina y frunció ligeramente el ce?o.
-Sabrina, ?no tienes nada que explicar sobre lo ocurrido?
La respuesta de Sabrina fuecónica.
-No.
Fabián, quien empujaba si de ruedas, exmó con indignación:
-?Por supuesto que no tiene explicaciones! ?E provocó todo esto deliberadamente!
-Desde el momento en que embistió intencionalmente el vehículo de Araceli, hasta empuja hoy... Todo rev perversidad que anida en el corazón de esta mujer.
André observó fijamente.
-Sabrina, ?es verdad lo que afirman?
Sabrina no levantó mirada.
-Digan lo que quieran,o prefieran interpretarlo.
Cualquiera podía percibir absoluta indiferencia que emanaba de Sabrina.
20:12
Capitulo 48
Los ojos de Araceli se inundaron de lágrimas contenidas.
-Entiendo que se?orita Ibá?ez siempre ha malinterpretado naturaleza de rción entre
André y yo, pero puedo ararlo... André y yo no somos lo que e imagina...
Sabrina arqueó sutilmentes cejas y dirigió a Araceli una mirada cargada de ironía.
-Se?orita, ?estápletamente segura de ello?