17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 26

Chapter 26

    Capítulo 26


    -Sabrina, te lo he explicado innumerables veces. Entre Araceli y yo no existe lo que te empe?as en imaginar. ?Podrías, por una vez, dejar a undo esa desconfianza?


    -La rción que mantengas con Araceli me tiene sin cuidado -respondió Sabrina con un tono procederemos con el trámite?


    cortante. Ya firmé todos los documentos del divorcio. ?Cuándo


    -?Divorcio? -André esbozó una sonrisa-. Sabrina, durante estos cinco a?os has sido exclusivamente ama de casa, sin ejercer profesión alguna. Si nos divorciamos, ?qué harás allá afuera? No podrías ni siquiera garantizar lo más elemental para subsistir.


    -Y Thiago, por supuesto, no puede quedarse contigo. Aunque recurriéramos a los tribunales, sin empleo ni ingresos propios, tus posibilidades de obtener su custodia son ns. Sabrina,s mujeres inteligentes reconocen cuándo deben ceder. Si cruzas esta línea, serás tú única perjudicada.


    Sabrina sintió un vacio desgarrador en su interior.


    Resultaba que todos sus a?os de entrega desinteresada no solo no habían generado gratitud, sino que se habian transformado en su mayor vulnerabilidad y en un arma que ahora se volvía


    contra e.


    Incluso Thiago, a quien había criado con devoción desde que era un bebé, solo albergaba hacial e sentimientos de disgusto y animosidad.


    Qué absoluto fracaso habia sido su existencia.


    “Cada sacrificio que hice parece ahora una decisión estúpida."


    Sabrina vó su mirada directamente en los ojos de André y articuló, subrayando cada pbra:


    -?Sin trabajo, sin ingresos? Pero antes de que Thiago llegara a nuestras vidas, yo contaba con un empleo respetable y percibía un srio más que digno,


    -Fueron ustedes quienes manifestaron su desconfianza en dejar a Thiago bajo el cuidado de una ni?era, quienes insistieron en que era preferible que yo abandonara mi carrera para dedicarme a él.


    André contrajo el entrecejo:


    -?Y de qué habría servido ese miserable sueldo? Era infinitamente mejor que permanecieras en casa atendiendo a Thiago.


    Sabrina apretó los pu?os con fuerza contenida:


    -Si, evidentemente no poseo el talento innato del gran se?or Carvalho para generar riqueza a raudales. ?Pero mis ingresos son suficientes para sostenerme con dignidad!


    -Al menos asi no tendría que soportars insinuaciones mordaces de tu familia


    etiquetándomeo una parásita. Nis miradas condescendientes de tus amigos, que me consideran una simple criada que subsiste gracias a tu generosidad.


    Qué desdor resultabaprender que había inmdo tanto por familia y por aquel hijo, renunciando a profesión que apasionaba..


    Y al final, se había convertido en el objetivo perfecto para el desdén colectivo. André intensificó su expresión de disgusto:


    -?Tanto te afectans opiniones ajenas, Sabrina? Además, Fabián no lo dijo con malicia.


    "?Sin malicia?"


    Si Araceli disimba hábilmente sus intenciones perversas, Fabiáns exhibía sin el menor


    recato.


    Y André, aun teniendo ojos, afirmaba que Fabián carecía de m intención. "?Acaso ceguera es selectiva?"


    Sabrina, inesperadamente, esbozó una tenue sonrisa:


    -Si eres tan magnánimo y te muestras indiferente ante losentarios externos, ?por qué te perturba tanto lo que le dije a Araceli?


    -Por cierto, yo tampoco albergaba m intención hacia se?orita. ?Por qué tantal indignación, se?or Carvalho? Simplemente bromeaba con e.


    La expresión de André se fue diluyendo patinamente.


    ?Realmente deseas continuar por este camino, Sabrina?


    Cuando el sufrimiento alcanza cierta intensidad, quizá uno desarro una coraza imprable. Aques pbras que antes desgarraban su alma, ahora apenas rozaban su epidermis emocional.


    La mirada de Sabrina reflejaba una determinación inquebrantable.


    -?André, este divorcio representa para mi un punto sin retorno!


    André experimentó un instante de duda, pero rápidamente recuperó supostura habitual.


    -Recuerda bien lo que has pronunciado hoy. No regreses después suplicando reconciliación.


    Sabrina emitió una risa desprovista de calor:


    -Descuida, se?or Carvalho, eso jamás sucederá.


    André contempló con desprecio apenas disimdo, su voz reducida a un murmullo cial.


    -Se?ora Carvalho, deberíasprender que no es prudente har con tanta contundencia; siempre es preferible mantener alguna puerta entreabierta.


    16:05


    Sabrina sostuvo su mirada con firmeza y sonrió con renovada seguridad. -Tienes razón, pero no quiero volver a cruzar por esta maldita puerta.
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)