Dani vio que Sabrina seguía dudando y volvió a insistir:
-Ese Fidel es un patán, y si vuelve a pasarse de raya contigo, ni siquiera vas a tener a alguien que te ayude. Por lo menos, con Hache ahí, tienes a quien te eche mano.
Sabrina lo pensó un momento y asintió suavemente.
-Está bien, que me pa?e entonces.
-Voy a buscar a Hache -dijo Dani.
En cuanto Dani salió, Sabrina pensó en marcarle a Jorge.
Pero antes de que pudiera hacerlo, el celr empezó a sonar.
Era Jorge, y su voz sonaba ramente nerviosa.
-Sabrina, me contaron que anoche tuviste un idente en el carro. ?Estás bien?
-Estoy bien-respondió Sabrina.
Jorge ya sabía que Fidel había tenido un idente y, aunque le parecía una lástima que saliera ileso, lo aceptó rápidamente.
Lo que sí lo sorprendió fue enterarse de que Sabrina también se había identado.
Y para colmo, en el mismo incidente que Fidel.
Por suerte, Sabrina manejaba bien; si no, quizás cosas habrían terminado mucho peor para e, todo por culpa de Fidel. Al saberlo, Jorge sintió cómo el sudor le corría por espalda.
Sabrina le contó cómo ocurrierons cosas.
-André y yo íbamos a recoger a los ni?os. Fidel seguramente iba a llevar a Eva de regreso, así que ambos tomamos misma ruta y nos cruzamos ahí.
Por suerte, no había tantos carros a esa hora. Si no, quién sabe cuántos más hubieran salidostimados.
Jorge sabía bien los problemas que Sabrina tenía con Fidel, y e tampoco se los ocultaba.
Al escuchar que no le había pasado nada grave, Jorge por fin pudo respirar tranquilo.
Con voz baja, le dijo:
-Sabrina, perdón.
Sabrina no entendía por qué él se disculpaba.
-Esto no tiene nada que ver contigo, ?por qué pides perdón?
Jorge se quedó cado un segundo antes de contestar:
-...Es que no supe cómo protegerte.
Sabrina soltó una risa suave, con un toque de alivio.
-Jorge, no soy de poa, no soy tan frágil. Sé cuidarme s. Mira, ni me pasó nada grave.
En ese momento, Sabrina se sintió agradecida de haber aprendido a manejar.
De no ser así, tal vez alguien habría salidostimado, o peor.
Siguieron ticando un rato más, hasta que Sabrina cambió el tema.
-Oye, quería pedirte un favor, si es que puedes.
Jorge, que todavía sentía culpa por lo del idente, se apresuró a responder:
-Dime, Sabrina, lo que necesites.
-Hoy en noche tengo que ir a una cita arreda con Fidel. ?Hay forma de que Fabián también esté en ese restaurante?
Capitulo 647
La voz de Jorge cambió un poco.
-?Cita arreda?
Sabrina explicó:
-Tú sabes cómo es Hernán. Quiere emparejarme con Fidel y organizó esta cita. Yo creo que por eso Fidel piensa lo peor de mí, que tengo doble cara o ms intenciones. Por eso se portó tan grosero desde el principio.
Desde que volvió a casa, Sabrina había estado pensando mucho en eso.
La antipatía de Fidel hacia e no era pura coincidencia, probablemente venía de tiempo atrás.
Incluso Nicolás pensaba que Sabrina se acercaba a Hernán por interés, así que no era raro que Fidel también lo creyera.
Sabrina continuó:
-Ya ni importa lo que piense de mí. Pero lo de los frenos de Fidel... Estoy segura de que Fabián está metido en eso. Jorge se quedó sin aire un momento.
....?Por qué piensas eso?
-No hay mucha gente que se atreva a meterse con Fidel, pero Fabián sí sería capaz. él sabe que Fidel y yo tenemos problemas, quizá quería aprovechar para quitarme del camino usando a Fidel.
Jorge se quedó cado un buen rato.
Como solo haban por teléfono, Sabrina no notó lo alterado que estaba él.
E siguió:
-Esto no puede quedarse así de fácil. Fabián ya se pasa de raya, hay que ponerle un alto de una vez.