Capítulo 592
-André, primero limpiate cara, que estás empapado-dijo Araceli, extendiéndole una toa
Pero André negó con cabeza.
-Mejor dale toa a Sabrina, yo estoy bien.
La sonrisa de Araceli se congeló por un momento, pero enseguida le pasó toa a Sabrina
-Se?orita Ibá?ez, limpiese, no vaya a pescar un resfriado.
Sabrina tomó toa sin rodeos y murmuró con voz serena
-Gracias.
Su ropa estaba tan mojada que toa apenas sirvió para quitar el exceso de agua en su rostro y brazos. Al subirse al carro, sintió de inmediato el aire fresco crse entre t húmeda. Un escalofrio recorrió y, sin poder evitarlo, estorudó.
Araceli, sentada en el asiento del copiloto, observó por el retrovisor y preguntó: -Se?orita Ibá?ez, ?quiere que le preste mi chamarra?
Sabrina arqueó apenas una ceja. Si no recordaba mal, al ver a Araceli hace rato, llevaba un vestido, no una chamarra.
Así que única chamarra disponible solo podía ser...
Sabrina miró de reojo a Araceli y de inmediato notó que prenda que llevaba puesta era de hombre, ramente el saco de André.
Lasisuras de susbios se curvaron en una mueca apenas perceptible, cargada de ironía.
Con lluvia intensa y su carro depuesto, al ver a André lo único que hizo fue aceptar el ride, sin pararse a pensar qué hacía él ahí. Ahora, ya en el carro, caía en cuenta: probablemente André había venido a dejar a Araceli y Elwood o a recogerlos. Qué más daba. Sabrina no tenía ganas de preocuparse por ese tipo de detalles.
Mientras veía a Araceli actuar con esa falsa amabilidad, soltó:
-ro, muchas gracias.
Araceli, al notar que Sabrina no rechazaba ninguna de sus propuestas, dejó ver una chispa sombría en mirada. Se quitó chamarra y, girándose hacia André,entó con voz suave:
-André, se?orita Ibá?ez está toda empapada. Le voy a dar tu saco, ?te molesta?
André ní se inmutó.
-No te preocupes.
Mientras le pasaba prenda a Sabrina, Araceli sonrió con esa cortesía forzada:
-Se?orita Ibá?ez, con este aguacero, ?qué hace por aquí? ?Vino a buscar al maestro otra vez?
Si de verdad quiere verlo, puede decírmelo. Al fin y al cabo, nos conocemos. Yo podría avisarle por usted.
Después de todo, sí a se?orita Ibá?ez le pasa algo por venir hasta acá, tanto el maestroo yo quedaríamos muy mal parados.
Elwood, sentado en silencio, giró cabeza para mirar a Sabrina, pero no dijo nada ni mostró intención de intervenir.
Sabrina míró de frente y respondió con voz tranqu:
-Araceli, ?de verdad crees que cada vez que coincido con Elwood es porque lo vengo a buscar?
Se encogió apenas de hombros, con una sonrisa ligera.
-Elwood ya dejó ro que no piensa aceptar más alumnos. Yo no voy a forzarlo. Así que no hace falta que estés siempre tan alerta,o sí alguien fuera a quitarte a tu maestro.
La sonrisa de Araceli titubeó, y por un instante, sus pbras se atascaron en garganta.
-... Perdón, fue mi error, se?orita Ibá?ez -murmuró al fin.
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Capitulo 592
El ambiente se volvió tenso, hasta que André se encargó de romperlo.
-Sabrina, ?y tú qué haces aquí?
Al ponerse el saco, el calor disipó humedad y iodidad. Sabrina se
odó en el asiento y contestó sin rodeos:
-Vine a participar en eliminatoria.
Araceli pareció sorprendida.
-?La se?orita Ibá?ez también va apetir?
Sabrina le devolvió mirada.
-?Y por qué no? Si tú puedes, ?yo no?
Araceli se apresuro:
-No lo tome a mal, se?orita Ibá?ez. No es que yo crea que usted no pueda. Solo que... con su nivel, pensé que habrían invitado directamente apetencia principal.
Sabrina miró con calma y replicó:
Sabrina le devolvió mirada.
-?Y por qué no? Si tú puedes, ?yo no?
Araceli se apresuro:
-No lo tome a mal, se?orita Ibá?ez. No es que yo crea que usted no pueda. Solo que... con su nivel, pensé que habrían invitado directamente apetencia principal.
Sabrina miró con calma y replicó:
-Si ya reconoces mi nivel, entonces deberías saber que aunque nadie me invite, igual puedo ganarte.