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    Capítulo 562


    -?Ahora pretendes no cumplir con tu pbra, Sabrina? Te lo advierto, ?no tienes salida! -Fabián exmó con frustración.


    Sabrina lo miró con desdén y soltó una risita sarcástica. -?Entonces qué? ?Qué vas a hacerme?


    Fabián abrió boca para responder, peros pbras se le atoraron en garganta. En realidad, si Sabrina decidía no cumplir, ?qué podía hacer él al respecto? La gratitud debía surgir del corazón, y no había forma de forza.


    -Además -continuó Sabrina-, no creo que Araceli me haya salvado. E no se interpuso en el peligro por mí, ni vino a rescatarme. ?Cómo se supone que me debe vida?


    Con una sonrisa cínica, Sabrina a?adió: -De hecho, soy yo quien salvó a se?orita, ya que arriesgué mi vida para liberar a Thiago. Si no fuera por mi cboración, quizás ya no estaría aquí. Se?or Guerrero, tú que tanto valoras el agradecimiento, debes recordar que me deben por salva. No me gustaría que fueran unos ingratos.


    Fabián quedó sin pbras ante lógica torcida de Sabrina. -?Tú no fuiste a salvar a Araceli, fuiste a salvar a Thiago!


    -Thiago es mi hijo, es lógico que lo salve. Pero Araceli, ?qué es para mí? No tengo por qué salva sin más -respondió Sabrina con frialdad.


    Con una mirada indiferente, agregó: -Por supuesto, si se?orita decide convertirse en mi hija, podría considerar que esta deuda está saldada.


    El rostro de Fabián se tornó rojo de ira, casi al borde de perder el conocimiento pors pbras de Sabrina.


    En ese momento, se escucharon pisadas apresuradas y desordenadas acercándose.


    -?Sabrina, Thiago, ?están bien? -preguntó Dani con preocupación mientras llegaba corriendo junto a Gabriel y Hache.


    Dani se detuvo frente a Sabrina, aliviada al ver que no había sufrido da?o alguno. Luego miró a Thiago con detenimiento. -Thiago, ?estás bien? ?No tienes heridas?


    -Estoy bien-respondió Thiago con un leve asentimiento.


    -Sabrina, ?cómo te atreves a enfrentarte s a los secuestradores! ?Me tenías con el corazón en mano! -exmó Dani, aliviada pero todavía preocupada-. Esos tipos son peligrosos, unos verdaderos demonios. Qué bueno que no les pasó nada.


    Pausó un momento y miró a Thiago. -Esta vez, tu mamá te salvó, arriesgó mucho por ti. No hagas enojar otra vez.


    Thiago asintió, consciente de que tanto su madreo se?ora Vargas le habían salvado.


    Dani revisó hora en su reloj. -Sabrina, ?quieres quedarte aquí o prefieres volver con


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    nosotros?


    Sabrina dejó escapar un suspiro de cansancio. Había estado en constante tensión lidiando con esos criminales, y ahora, después de todo, se sentía agotada.


    -Me iré con ustedes -respondió finalmente.


    Pero Fabián no estaba dispuesto a aceptar eso. ?La cirugía de Araceli aún no ha terminado! ?Debes quedarte a esperar!


    Sabrina replicó, sin mostrar mínima cortesía: -?Acaso estás tan ansioso por que se?orita se convierta en mi hija?


    Fabián, perdiendopostura, estalló. -?Sabrina, si vuelves a insultar a Araceli, te juro que te haré car!


    Gabriel se adntó, colocándose frente a Sabrina, y con voz tranqu pero firme, dijo smente: -No te creo.


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