Capítulo 524


    -Entonces, el Grupo Guerrero ya no tiene posibilidades de recuperarse.


    Fabián se quedó en su lugar, sin atreverse a decir nada más.


    Hernán volvió su mirada hacia Fernanda. -?Tú eres exsuegra de Sabrina?


    Al ver elportamiento de Hernán, Fernandaprendió que él no estaba ahí para hacerse amigos.


    Estaba ahí para ajustar cuentas.


    El rostro de Fernanda se ensombreció.


    -Sí -respondió con una sonrisa forzada, empujando a Thiago hacia adnte-. Hernán, este es el hijo de Sabrina, se ma Thiago.


    Thiago saludó con cortesía. -H, Hernán.


    Hernán respondió con un leve asentimiento, sin prestar demasiada atención al muchacho.


    -Hando de ello, debo decir que fue gracias a Fernanda que conocí a Sabrina. Fernanda se quedó perpleja. -?Gracias a mí?


    -Sí, si no fuera porque tenías ese viejo problema de migra?as, Sabrina no habría hecho todo lo posible por encontrarme. Con tal de conseguir medicina para ti, estuvo pidiéndome ayuda durante seis meses. Fernanda, ?qué tal te han sentados medicinas?


    Fernanda no podía creer ques medicinas que Sabrina le entregaba cada mes provenían de Hernán.


    Había estado tománds durante dos a?os.


    El médico le había hecho exámenes y, después de décadas con ese problema, estaba casi curada.


    Solo necesitaba mantener un buen estado de ánimo y tomar otras medicinas para consolidar el tratamiento, y no volvería a sufrir ataques.


    Fernandaentó sin pensarlo: -Hernán, sus medicinas... son muy efectivas.


    Hernán volvió su atención a Thiago, que permanecía de pie en silencio.


    -Te mas Thiago, ?verdad? Tu mamá, para obtener un spray especial para ti, se cortó mano recogiendo hierbas. Todavía tiene una cicatriz.


    Todos miraron mano de Sabrina.


    En efecto, en el dorso de su mano había una cicatriz leve.


    Sin embargo, nadie le había prestado atención antes.


    16.21


    Los ojos de André se oscurecieron.


    Recordó que una vez, cuando Thiago tuvo una reión alérgica en un restaurante, Sabrina sacó un spray y lo salvó.


    Resultó que había sido un esfuerzo arduo de Sabrina para conseguirlo de Hernán.


    André miró a Sabrina, con emociones encontradas.


    Sin embargo, Sabrina permanecía impasible,o si estuviera frente a un grupo de extra?os.


    Incluso al ver a Thiago, no mostraba ninguna emoción.


    Por alguna razón, André sintió una oleada de frustración.


    De repente, pensó que haber aceptado el divorcio había sido una m decisión.


    La voz de Hernán resonó de nuevo.


    -Sabrina haría cualquier cosa por su familia. Siempre quise conocer a su familia. Pero,mentablemente, a pesar de todo el esfuerzo de Sabrina, ninguno de ustedes vino a mi tienda. Los ojos de Fernanda se humedecieron.


    Intentó justificarse. -Hernán, no es que no quisiéramos ir, es que e nunca nos dijo...


    En ese momento, Sabrina, que había permanecido en silencio, interrumpió a Fernanda.


    -Fernanda, primera vez que te llevés medicinas, te pregunté si querías conocer a Hernán. Dijiste que para qué ibas a conocer a un simple médico.


    Fernanda abrió boca, pero no pudo decir nada.


    Había pronunciado esas pbras.


    Bajó vista hacia Thiago. -Después de que te recuperaste, te dije que debíamos conocer al abuelo que te curó. Dijiste que preferías salir con se?ora Vargas, que no tenías tiempo para conocer al abuelo, que mejor fuera yo s.


    Thiago bajó cabeza, avergonzado.


    Finalmente, Sabrina miró a André.


    -André, te lo mencioné muchas veces, que me pa?aras a agradecer a Hernán por su ayuda. Dijiste que si necesitaba dinero, que tu asistente me lo enviara, que no tenías tiempo para preocuparte por esas cosas.