Capítulo 425
Sin embargo, antes de que su mano pudiera alcanzar el rostro del sujeto, su mu?eca fue apresada con firmeza.
El rostro apuesto de André se iluminaba y oscurecía bajo tenue luz.
-Ya me has golpeado muchas veces, Sabrina, ya basta -dijo él, manteniendo su férreo agarre en su mu?eca, impidiéndole cualquier escape.
Sabrina alzó mirada hacia André, en sus ojos briba una mez de desprecio y odio que jamás había sentido antes.
-Fuiste tú quien le dio a Araceli oportunidad que me pertenecía, ?verdad? Si no me equivoco, no solo rechazaste a Elwood, sino que también llevaste a Araceli a verlo, ?no es así? Además, debiste haberle dicho a Elwood que mi nivel académico no era alto, que había sido ama de casa por a?os, y que probablemente era mejor darle oportunidad a Araceli. E es esforzada, luchadora, a pesar de su enfermedad nunca se ha rendido. Darme esa oportunidad a mí sería un desperdicio, ?cierto?
Su tono era inquisitivo, pero su expresión estaba llena de certeza.
?Qué quedaba por entender? Su boda había sido así, su cor había sido así, y ahora incluso oportunidad que le pertenecía también le había sido arrebatada.
Sabrina miró fijamente a los ojos de André y preguntó con cada pbra cargada de veneno:
-André, ?por qué cualquier cosa que me pertenece se puedes entregar a Araceli sin remordimiento? ?Acaso asesiné a toda su familia, profané tumba de sus ancestros, o le debo algo de una vida pasada? ?Con qué derecho decides por mí?
Después de unos momentos de silencio, André habló con una voz baja y ronca que resonó en
oscuridad de noche.
-La enfermedad de Araceli tal vez no tenga cura, e necesita más esta oportunidad...
-?Paf!
La mano que él no había sujetado se estampó contra su rostro.
Estaba tan furiosa que sus dedos temban, y el golpe apenas le dolió a él.
-?Y luego qué sigue? -dijo e, con una sonrisa amarga en losbios mientras lo miraba a los ojos. ?Rendir mi taller, entregar mi violín...? A ver, déjame pensar, ?qué más podría necesitar Araceli que yo tenga?
-Ya sé, al final me pedirá mi vida. Después de todo, e está enferma, su tiempo es limitado, y yo estoy perfectamente sana.
Sus ojos, afdoso cuchis, lo atravesaron.
-Así que, antes de que me dé cuenta, deberías matarme y quitarme vida. De lo contrario, si
Capitulo
su enfermedad empeora, ?también me acusarán de haber maldecido a su amor de ensue?o?
La luz de luna reflejaba en sus ojos, revndo un brillo de lágrimas que no había mostrado en mucho tiempo.
Desde que decidió divorciarse de André, se prometió a sí misma no derramar una s lágrima frente a él. Pero en este momento, cuando nuevamente él le arrebataba algo que le pertenecía, sus emociones finalmente sobrepasaron.
André, al vers lágrimas en los ojos de Sabrina, se quedó inmóvil por un instante. Instintivamente extendió su mano para secar sus lágrimas, pero e apartó cabeza, evitando su gesto.
Cerró los ojos brevemente, negándose a permitir que sus lágrimas cayeran. Luego respiró hondo varias veces, tratando de calmarse.
Al abrir los ojos de nuevo,s lágrimas habían desaparecido, y su mirada era ra y firme.
Había perdido el control.
Sabía bien cómo era él, ?por qué enojarse? Pero al enterarse de esto, noticia había superado
su razón.
E había luchado con todo para conseguir una oportunidad, solo para que él se diera a Araceli sin pensarlo dos veces.
No podía olvidar mirada de desafío y satisfión en los ojos de Araceli antes de irse.
Sabrina dijo fríamente:
-André, si en este momento tuviera un cuchillo frente a mí, no dudaría en vártelo en el pecho.