Capítulo 412


    Araceli entró con paso elegante, llevando un termo en mano.


    La mirada de André se oscureció un poco. -Araceli, ?qué haces aquí?


    Araceli respondió con suavidad: -Escuché que tu gastritis ha vuelto a molestarte,


    así que vine especialmente a traerte unaida medicinal.


    El rostro de André, normalmente serio, se suavizó ligeramente.


    -No era necesario.


    Araceli sonrió levemente y abrió el contenedor térmico.


    -Thiago me dijo que tu gastritis ha sido tratada con los remedios de se?orita Ibá?ez. También pasé un tiempo con Hernán Casta?o y aprendí a preparar estos remedios.


    Araceli miró a André con ojos brintes, llenos de ternura.


    -André, de ahora en adnte yo también puedo preparar estasidas medicinales para ti y para Thiago.


    Si Sabrina lo hacía, Araceli también podía hacerlo.


    Araceli no creía que fuera inferior a Sabrina en ningún aspecto.


    Los ojos de André eran profundoso ungo. -Araceli, lo más importante es que primero te cures. No necesitas preocuparte tanto por estas cosas.


    Araceli se quedó atónita por un momento y mordió subio sin darse cuenta.


    Desde que André se divorció de Sabrina, su actitud hacia Araceli se había enfriado


    notablemente.


    Aunque todavía acudía cuando e lo necesitaba, ya no favorecíao antes. Araceli tomó una bocanada de aire y sonrió: -André, ?recuerdas aque vez en el jardín trasero cuando practicaba canción La Promesa de STAR? Dijiste que nunca habías escuchado algo tan hermoso... No sabía que ese día era tu cumplea?os. Si lo hubiera sabido, te habría tocado


    una vez más.


    Al recordar el pasado, mirada de André se nubló.


    Con una voz baja y serena, dijo: -En ese entonces, no sabía que eras persona que salvó a Fabián.


    Araceli sonrió suavemente. -Fabián dijo que me llevaría a conocer a su buen amigo. Cuando te vi, realmente me sorprendí.


    Esos tiempos eran los más simples y despreocupados para ellos.


    10-19


    Incluso alguien tan calcdoro André no pudo evitar mostrar un atisbo de nostalgia en


    sus ojos.


    Araceli notó expresión de André y dijo en voz baja: -André, última vez que mi estudio fue vandalizado, ?se descubrió quién fue?


    La voz de André era tranqu. -Si, lo hicieron algunos de tus detractores.


    Araceli lo miró. -Parece... que también eran seguidores de Sabrina, ?verdad?


    André guardó silencio por un momento. -Sí.


    Araceli esbozó una sonrisa silenciosa. -André, ?todavía crees que esto no tiene nada que ver con Sabrina?


    André permaneció imperturbable, sin mostrar emoción alguna.


    -Actualmente, no hay pruebas que vinculen a Sabrina con este incidente.


    Araceli dijo: -Pero fueron sus seguidores quienes lo hicieron, ?no es así?


    Los ojos de André eran profundoso un pozo antiguo. -Araceli, sabes bien ques conjeturas no son pruebas.


    Araceli sostuvo mirada de André. -Entonces, ?solo vamos a dejar que el verdadero culpable quede impune?


    André tragó saliva, pero no dijo nada.


    Lasrgas pesta?as de Araceli temron ligeramente, y sus ojos se llenaron de lágrimas.


    -André, entiendo que e es tu exesposa, madre de Thiago, y es natural que protejas. Si fuera por otra cosa, no diría ni una pbra, sin importar cómo me insultara.


    Araceli miró a André fijamente, su mirada, normalmente suave y apacible, ahora ardía con intensidad.


    -André, debes saber que, incluso en estos a?os de enfermedad, he seguido actuando ypitiendo. Por el amor al violín, estoy dispuesta a sacrificarlo todo, incluso mi vida. ?No permitiré que nadie insulte lo que amo!