Capítulo 276
Aquí en s de operaciones, dondes cámaras no alcanzaban, Araceli podía decir lo que quisiera. En ese momento, Hernán, quien acababa de atender a un paciente, se acercó al peque?o grupo con expresión imperturbable, sus pasos resonando sobre el suelo esterilizado mientras observaba escena que se desarroba ante él.
Al escuchars pbras de Araceli, Hernánentó:
-?Entonces agarraste el frasco equivocado y todavía quieres echarme culpa?
Sabrina respondió con desdén:
-?No sabes preguntar si es el frasco correcto? ?Te cosieron boca o qué?
Una ligera satisfión recorrió el interior de Sabrina mientras observaba el rostro depuesto de Araceli.
-Fue un descuido mío -murmuró Araceli, con los ojos anegados en lágrimas y cabeza
gacha.
-?No pensaste cómo tu descuido puede afectar al paciente y a clínica?
Sabrina habló con voz cortante y mirada prante, cada pbrao un témpano dirigido hacia mujer frente a e.
-Estamos hando de una vida. Si el paciente tomara un medicamento equivocado, Hernán tendría que asumir toda responsabilidad.
Al final, el tono de Sabrina se elevó, revndo auténtica indignación que sentía. Podía tolerar que Araceli, frente a André, se dedicara a preparar bebidas mientras jugaba el papel de víctima con sus artima?as. Pero no permitiría que por celos o venganza, pusiera en riesgo vidas humanas bajo su cuidado.
Araceli miró instintivamente a André, quien también observaba con sus profundos ojos oscuros, provocándole una inquietante sensación de ansiedad que le recorrió espalda.
-Yo... nunca fue mi intención... -murmuró entre dientes mientras se inclinaba bruscamente hacia el suelo. Se?orita Ibá?ez, sé que un error es un error sin importar razón... Estoy dispuesta a disculparme y aceptar cualquier castigo que me dé, hasta que me perdone.
El golpe de cabeza de Araceli fue tan contundente que su frenteenzó a sangrar tras unos pocos impactos contra el suelo.
-?Araceli, qué haces! ?Ya levántate! -André se apresuró a detene cons pups contraídas por sorpresa.
-André se esforzó tanto para conseguirme el medicamento, hizo tantos sacrificios, y yo aquí haciendo enojar a se?orita Ibá?ez -lloraba Araceli desconsdamente-. Perdóname, André, soy una inútil... lo resolveré yo s. Aunque me lleve a cárcel, no importa, solo quiero que se?orita Ibá?ez no tome represalias contra ti...
16:23
André entendió perfectamente insinuación. Sus ojos se oscurecieron mientras su voz adquiría un tono bajo y profundo:
-La cárcel no es un lugar donde pueda mandarte solo porque quiera. Y el medicamento no es algo que e pueda quitar nomás porque se le antoje.
En ese momento, tanto Sabrinao Hernán quedaron boquiabiertos ante actuación desmedida de Araceli,
"Madre mía, esta actuación supera incluso a de mi nuera que es actriz."
André se volvió hacia Sabrina, sus cejas mostrando un atisbo de dureza:
-Si viste queetió un error, solo tenías que se?alárselo, ?por qué ser tan agresiva?
-?Por qué? Porque simplemente no soporto -respondió Sabrina con una ligera sonrisa sarcástica.
-Sabrina, traje a Araceli para que nos ayudara, no para que hostigaras -replicó André con mirada gélida.
Sabrina lo ignoró y entregó el frasco de cerámica a Hernán.
-Hernán, guárdalo por favor.
Hernán lo tomó,nzando una mirada despectiva a Araceli.
-Tu conciencia está realmente podrida.
Tenía que preparar medicinas para los pacientes y no podía perder más tiempo con Araceli, así que se dio vuelta y se marchó del lugar sin mirar atrás.
Sabrina también apartó mirada con desdén. Ya que Araceli estaba dispuesta a montar semejante espectáculo, arrodillándose, disculpándose y golpeándose cabeza hasta sangrar, e no había perdido nada y carecía de motivación para seguir discutiendo. Después de todo, pronto se divorciaría y todo esto quedaría atrás.
Justo cuando estaba a punto de retirarse, una mano fuerte y firme sujetó por mu?eca, impidiéndole alejarse.
-Sabrina, si no quieres divorciarte, acepta tus errores y deja de usar trucos tan bajos.
212