17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 261

Chapter 261

    Capítulo 261


    Araceli contemba con evidente recelo píldora negra que Sabrina sostenía entre sus dedos. Sus ojos reflejaban una mez de curiosidad y desconfianza mientras sopesaba mentalmente los riesgos.


    -?Tomar medicina sin estar enferma? ?No le haría da?o a mi cuerpo?


    Fabián, al percibir vión de Araceli, vio oportunidad perfecta para intervenir. Una sonrisa astuta se dibujó en su rostro mientras su mente trabajaba rápidamente, buscando manera de protege.


    -Sabrina, dices que esto es una pasti mgrosa, pero ?qué tal si es veneno? ?No podríastimar a Araceli? -cuestionó con tono desafiante, vando su mirada en e-. Primero tómate una tú, para que Araceli vea que no es da?ina. Si no pasa nada, entonces e tomará.


    Sabrina recuperó píldora con un movimiento elegante, mientras una sonrisa fría se instba en susbios.


    -?En qué siglo vivimos para seguir con esas pruebas de veneno? Estamos en una sociedad con leyes; envenenar es un delito. ?De verdad creen que envenenaría frente a ustedes?


    -Si le causara algún problema, con solo ir al hospital se sabría todo, y yo no podría escapar.


    -Si no me creen, lleven pasti al hospital para que analicen.


    -?De verdad piensan que soy criada de Araceli? ?Esperan que pruebe el veneno por e? ?A quién están insultando! Si tanto quieren pasti pues tómens.


    -Si por su desconfianza afectan salud de se?orita, asumans consecuencias. No nos echen culpa a nosotros.


    Fabián había hado impulsivamente, sin reflexionar ens posibles


    consecuencias. Jamás imaginó que Sabrina reionaría con tal indignación. Si por su culpa Araceli no se recuperaba, quedaría marcadoo vino para siempre, un peso que no estaba dispuesto a cargar sobre sus hombros. Instintivamente, buscó apoyo en su amigo.


    -André, di algo.


    André sintió una punzada de irritación recorrerle el cuerpo. Este Fabián no solo generaba problemas constantemente, sino que también carecía del más básico sentidoún. Ya había tenido que resolver numerosos enredos provocados por él. En cualquier otra circunstancia, lo dejaría aprender lión pors ms, pero ahora, tratándose de Araceli, decidió intervenir colocándose entre Sabrina y Fabiáno un escudo protector.


    -Fabián solo estaba bromeando.


    -?Bromeando con esto? -replicó Sabrina con frialdad cial-. Este tipo de medicinas mgrosas no son para personas sanas. Se?or Carvalho, seguro entiende que cualquier medicamento tiene sus riesgos.


    16:22


    -En una rción donde hay confianza, no existen sospechas. Se?or Carvalho, si no confía en nosotros, busque a alguien más.


    -Al final, ya tiene carta de perdón de Fabián y no ha pagado los diez mil millones. No ha perdido nada.


    De pronto, el rostro de Sabrina se iluminó con una revción súbita.


    -Ah, ya entendí. Su verdadero objetivo no era curar a se?orita, sino conseguir


    mi carta de perdón, ?verdad?


    Dirigió a Araceli una mirada cargada de falsapasión.


    -Pensé que se?orita era realmente importante para el se?or Carvalho y el se?or Guerrero, pero veo que no es así.


    -La rción entre ustedes no supera amistad entre el se?or Carvalho y el se?or Guerrero.


    Araceli era perfectamente consciente de que Sabrina intentaba sembrar discordia entre ellos, pero aun así, aques pbras provocaron una inquietud que se deslizóo veneno por sus venas. Sabía que André mimaba a Fabián porque éste le había salvado vida en el pasado. últimamente, había notado un cambio en elportamiento de André hacia e, lo que alimentaba sus dudas. Ahora, al escuchars insinuaciones de Sabrina, no podía evitar que una pregunta atormentadora surgiera en su mente: ?André realmente se preocupaba por e o simplemente no podía rechazar a Fabián, quien constantemente buscaba su apoyo?


    André, percibiendo de inmediato provocación de Sabrina, frunció el ce?o profundamente y habló con una severidad poco habitual en él.


    -Sabrina, ya deja de decir tonterías.


    Sabrina simplemente se encogió de hombros y sonrió con aire victorioso,


    guardando silencio. Habíanzado aquelentario sin pensar demasiado, pero


    al observar expresión turbada de Araceli, se preguntó... ?acaso realmente había creído sus pbras?


    212
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)