17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 236

Chapter 236

    Capítulo 236


    ?Enfermedad oculta? Sabrina, al escuchar esto, no pudo evitar mirar a Fabián con más atención. Su mirada escrutadora recorrió el rostro del hombre, buscando indicios de aquello que Hernán había mencionado con tanta seguridad. Fabián, al sentirse expuesto en público, mostró de inmediato una expresión furiosa que confirmaba que algo había tocado una fibra


    sensible en él.


    -?Viejo loco, no andes diciendo tonterías!


    Hernán respondió con serenidad de quien conoce secretos que otros ignoran:


    -Muchacho, no evites tratar tus problemas de salud. Si de verdad lo dejas pasar, después te vas a arrepentir.


    Fabián quería protestar, susbios se abrieron paranzar otra réplica airada, pero Araceli lo detuvo con un gesto sutil que disimba su ansiedad.


    -Si este se?or puede curar mi enfermedad, me quiero quedar. ?Qué tiene más importancia, vida o un simple trabajo?


    Cualquier persona racional sabría qué elegir. Si Araceli no mostraba su disposición, levantaría sospechas. Además, e pensaba que este supuesto médico mgroso era solo apariencia. Desde el principio, incluso antes de confirmar su enfermedad, él ya decía que podía curar su enfermedad terminal. Cuando le tomó el pulso, repitió lo mismo y Araceli, aunque aliviada, sintió desprecio hacia Hernán. ?Un médico mgroso? Solo un chatán. Incluso consideró sobornarlo para cborar con él. No esperaba que conociera a Sabrina. Afortunadamente, no tenía habilidades reales, de lo contrario...


    Una luz oscura pasó por los ojos de Araceli, y supo que tendría que buscar ayuda de otra


    persona.


    Hernán asintió y miró a Fabián y André con ojos que transmitían tanto críticao desafío.


    -Dos hombres adultos, y no tienen ridad de una jovencita, ?no les da pena? -Hernán les hizo un gesto despectivo con mano-. Desde hoy, este es el primer día. Si no tienen nada más que hacer, puedenrgarse.


    André estaba ocupado con su trabajo, el hecho de traer a Araceli ya era un esfuerzo máximo. Miró hora en su reloj con impaciencia y le dijo a Fabián:


    -Si ya no hay nada más, me voy.


    Fabián asintió, resignado a quedarse.


    -Sí, vete. Yo me quedo con Araceli.


    André estaba a punto de irse cuando Sabrina lo mó con una voz que dtaba a?os de emociones contenidas.


    -André, quiero har contigo.


    Capitulo 236


    André miró hora de nuevo y frunció el ce?o, visiblemente enfadado por interrupción.


    -Tengo prisa, si es algo importante, lo ticamos después.


    Sabrina esbozó una sonrisa que contrastaba con el fuego en sus ojos.


    -?Después? ?El día de tu funeral?


    Antes de que André pudiera responder, Fabián no pudo contenerse, saltando a defensao un caballero autopromado.


    -?Sabrina, ?a quién le estás deseando muerte?!


    La voz de Sabrina se volvió fría y cortante.


    -Entre André y yo, ?tú quién eres para meterte? Un hombre adulto murmurandoo vieja chismosa, metiéndote en asuntos ajenos, ?y crees que es algo honorable?


    ?Cuándo había sido Fabián insultado tan abiertamente? ?Quién no lo maba Fabián, se?or Guerrero? Que Sabrina se atreviera a se?r su nariz y rega?arlo, jera el colmo! Fabián estaba a punto de gritar cuando Hernán, con el tono de un hombre experimentado, habló pausadamente.


    -Guerrero, son cosas de pareja, ?para qué te metes? Si andas interfiriendo en rciones ajenas, tu vida de pareja podría no ser armoniosa.


    André, viendo expresión de mujer, supo que no podía seguir evadiendo el asunto. Permaneció en silencio unos segundos antes de har, midiendo cada pbra.


    -Vamos afuera a har.


    Al ver esto, Fabián cambió de expresión y quiso seguirlos, movido por una preocupación que intentaba disfrazar de indignación.


    Una peque?a figura se interpuso en su camino con determinación de un guardián.


    -Se?or, si se mete en pláticas de parejas, su vida de pareja no va a ser armoniosa -dijo Romeo seriamente.


    Fabián, enfadado, empujó a Romeo, quien cayó al suelo con un golpe seco.


    -?Ah! ?Un adulto está molestando a un ni?o!


    Al escuchar esto, Sabrina se volteó rápidamente, pero vio que Romeo le gui?ó un ojo y, con losbios, le dijo:


    -Yo lo distraigo.


    Confiada, Sabrina se fue con André, sus pasos resonando con determinación sobre el suelo. Una vez fuera, bajo el cielo abierto que parecía demasiado vasto para conversación íntima que estaba a punto de tener lugar, Sabrina fue directa al grano.


    -André, ?no piensas darme una explicación sobre el divorcio?
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)