Capítulo 228
Algunas estrategias resultan efectivas una o dos veces, pero su uso excesivo inevitablemente se vuelve contraproducente. Además, Sabrina ya había regresado a casa, según confirmaron a André los vigntes que había enviado para monitorea.
Tras partida de André, el rostro de Fabián se iluminó con una expresión de triunfo inmediato, irradiando satisfión por su aparente victoria.
-Sabía que esa Sabrina vendría corriendo al hospital a buscar a André cuando viera que no aparecía. Por suerte me adnté, o esa mujer habría conseguido lo que quería.
Araceli también esbozó una sonrisa victoriosa. Los recientes reveses sufridos a manos de Sabrina habían sido numerosos y necesitaba urgentemente este triunfo para disipars sombras que acechaban durante ese periodo. No dudó en bar astucia de su aliado.
-Fabián, siempre piensas en todo. Yo ni siquiera habría considerado tantas posibilidades.
Fabián, hinchado de orgullo ante el reconocimiento, respondió con aire de superioridad:
-Araceli, eres demasiado ingenua. ?Cómo podrías enfrentarte a una mujer tan calcdorao Sabrina?
Jamás en su vida Fabián había nificado algo con tanta meticulosidad. Siempre se había caracterizado por su impulsividad, hando antes de reflexionar. Esta vez, por alguna razón inexplicable, parecía haber despertado en él una ridad mental extraordinaria. Incluso él mismo se sorprendía de su repentina e inusual inteligencia.
Sin embargo, momentánea alegría de Araceli se desvaneció rápidamente, dando paso nuevamente a preocupación que ensombreció su rostro.
-Hoy André no fue a buscar a Sabrina, pero ma?ana seguro irá a ve.
Fabián amplió su sonrisa con renovada confianza:
-No te preocupes, desde ma?ana André no tendrá tiempo para Sabrina. Ya encontramos al médico mgroso para tu enfermedad, y ma?ana André te llevará para iniciar el tratamiento. Además, los preparativos de tu concierto están casi
listos. ?De dónde sacará André tiempo para dedicarle a Sabrina?
La expresión de Araceli se congeló momentáneamente, revndo su desconcierto.
-?Médico mgroso?
-Sí, última vez teenté que estábamos buscando un médico extraordinario para tratarte, ?no te acuerdas?
Araceli vagamente recordaba que Fabián había mencionado algo al respecto, pero no le había prestado verdadera atención. él había descrito a ese médico mgrosoo si fuera una eminencia legendaria, casiparándolo con Hipócrates mismo. Conociendo tendencia de Fabián a exagerar desmedidamente, Araceli había descartado sus pbraso otra de sus
Capitulo 228
fantasías habituales. Nunca imaginó que realmente encontrarían a dicho médico prodigioso.
Fabián continuó hando entusiasmado durante varios minutos, hasta que notó
-Araceli, ?qué pasa? ?No estás contenta?
Araceli regresó de sus pensamientos y forzó una sonrisa poco convincente.
-No es eso, solo que... no quiero que tú y André se preocupen tanto por mí.
Pronunció estas pbras mientras bajaba ligeramente cabeza, embargada por una mncolía infinita que parecía consumi desde dentro.
-Fabián, agradezco profundamente todo lo que tú y André han hecho por mí. Pero conozco mi cuerpo mejor que nadie, y este cuerpo... ya no merece ser salvado, mejor dejémoslo así.
Fabián respondió inmediatamente:
-Araceli, ?cómo puedes decir algo tan negativo? André y yo no nos hemos rendido, ?tú tampoco deberías hacerlo!
A ma?ana siguiente, Sabrina intentóunicarse nuevamente con André.
En su primer intento, nadie respondió mada.
En el segundo,unicación fue rechazada instantáneamente.
El rostro de Sabrina se endureció. Después de que André incumpliera su promesa el día anterior, no solo había omitido darle explicación alguna, sino que
ni siquiera se había molestado en ma. Todo parecía desarrorse con una naturalidad insultante,o si su ausencia careciera de importancia. Verdaderamente repugnante.
Mientras tanto, en clínica de Hernán.
Hernán examinó brevemente as tres personas frente a él, y su mirada finalmente se detuvo en el hombre apuesto y distante cuyo teléfono vibraba insistentemente.
-Joven, tu teléfono está sonando. ?No quieres contestar primero?
André respondió con absoluta indiferencia:
-Lo más importante ahora es consulta médica.
Hernán insistió:
-Ha sonado varias veces. ?Qué tal si es algo urgente?
André, sin inmutarse, finalizó mada entrante sin siquiera verificar quién era.
213
-No importa, no es nada importante.