17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 196

Chapter 196

    Capítulo 196


    -Podríamos conseguirle un título de alguna universidad extranjera de prestigio, ?sabe? Con un curso corto de uno o dos a?os tendría su certificado de graduación sin problemas.


    -En nuestra asociación musical somos muy flexibles. No interferiríamos con suspromisoserciales ni con asuntos personales. Solo le pediríamos que de vez en cuando viniera a impartir algunas ses.


    Las pbras de Guido cayerono un golpe directo al rostro de Fernanda. Apenas había terminado de burse del nivel académico de Sabrina cuando este hombre aparecía deshecho en hgos hacia e. El rostro de Fernanda pasaba del carmesí al nco papel sin poder evitar soltar una provocación.


    -?Tan bajo han caído los estándares en su asociación? ?Ya reciben a cualquiera? ?De verdad están dispuestos a perder toda dignidad por una simple mujer sin estudios?


    Guido, que ya estaba enterado del reciente altercado, mostró total indiferencia ante los insultos de Fernanda. El talento era su única prioridad.


    -?Qué vale dignidadparada con un talentoo el de se?orita Ibá?ez? Por alguien con sus capacidades, me arrodiría sin pensarlo. Pero esta se?ora...


    Guido dirigió su mirada hacia Fernanda y con una sonrisa maliciosa continuó:


    -Si no me equivoco, ?usted es suegra de se?orita Ibá?ez? Con el prestigio que e aporta a su familia, ?por qué tanta amargura? Ah, ya entiendo...


    La expresión de Guido reflejaba falsaprensión, pero sus pbras cortabano navaja.


    -La se?orita Ibá?ez nopitió representando a su familia, y usted está furiosa porque no lo previó.


    Durante el trayecto, ya le habían puesto al tanto de lo ocurrido. Es natural que gente glorifique a unos y menosprecie a otros. Si no pueden tolerar el progreso ajeno, simplemente lo encuentran insoportable. Lo bueno es bueno, y el talento es talento. ?Tanto cuesta reconocer excelencia en otros?


    Fernanda estaba tan furiosa ques pbras se negaban a salir de su boca.


    Sabrinanzó una mirada desde?osa a Fernanda y se dirigió a Guido:


    -Gracias por invitación, se?or Andrade. Lo pensaré.


    La sonrisa de Guido se ensanchó.


    -Cuando usted guste, se?orita Ibá?ez. Con una mada bastará para recibi.


    Rápidamente le extendió su tarjeta de presentación.


    Sabrina tomó y se dirigió a Dani:


    21.02


    Capitulo 196


    -Se hace tarde, mejor nos vamos.


    Dani sonrió pícaramente.


    -Oiga, se?or Castillo, nuestra Sabrina y su Romeo ganaron el primer lugar, ?no debería invitarnos a cenar para celebrar?


    Gabriel, con esa mirada seductora que lo caracterizaba, respondió:


    -ro que sí, ?qué se les antoja? Pidan lo que quieran.


    El grupo se alejó entre risas y bromas. Fabián, con los ojos inyectados de rabia, observó cómo Sabrina se alejaba.


    "Sabrina, esto no quedará así. Algún día te regresaré todo esto, con intereses."


    En ese momento, tanto Fabiáno Sabrina ignoraban que transmisión en vivo realizada por él había desatado un verdadero fenómeno en inte. El cierre abrupto de transmisión, lejos de apagar el interés del público, había intensificado el misterio alrededor de Sabrina.


    En cuestión de horas, el video de su interpretación se convirtió en tendencia nacional. Miles de usuarios se preguntaban quién era aque joven tan talentosa y hermosa. A pesar de varios días de intensas discusiones en redes sociales, nadie consiguió que e hiciera acto de presencia. Cuanto más se resistía Sabrina a aparecer, más crecía el interés colectivo por e.


    Hasta Araceli se enteró de este revuelo. Ese mismo día recibió una mada de un reconocido


    maestro de violín.


    -Acaba de aparecer en inte una violinista que supera incluso sus habilidades. ?La velocidad con que está ganando seguidores es impresionante, incluso ya está captando atención internacional!
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)