Capítulo 187
El público bullia con entusiasmo al pie del escenario, intercambiandoentarios en voz alta sobre actuación que acababan de presenciar.
-?Qué interpretación tan sublime! Jamás hubiera imaginado que esta se?orita tuviera semejante dominio del violin -exmó una se?ora de mediana edad, aún visiblemente
conmovida.
–Te juro que toca mejor que el maestro que contratamos paras ses privadas de mi hijo entó otra mujer, ajustándoses pes que adornaban su cuello.
-Conozco a un violinista bastante reconocido en el circuito profesional, pero te digo que ni siquiera se acerca al nivel que acabamos de ver en esta chica.
-Ahora entiendo por qué André cuida tanto. Escucha debe sero un bálsamo cuando regresa agotado del trabajo o con el humor por los suelos.
Los jueces, impresionados hasta méd, le otorgaron una calificación casi perfecta: 99.9 puntos. La razón de no concederle el puntaje absoluto radicaba únicamente en presencia de Thiago. La ejecución de Araceli merecía indiscutiblemente un cienpleto, peroparativamente, de supa?ero había quedado varios escalones por debajo. Al tratarse de una interpretación en dúo, se vieron obligados a restar esa décimao reconocimiento a participación del muchacho.
Con esa puntuación, Araceli y Thiago ascendieron inmediatamente al primer lugar del certamen. E, plenamente satisfecha con su desempe?o, tomó mano de supa?ero e hizo una elegante reverencia mientras una sonrisa de suprema confianza iluminaba su rostro. Luego bajó del escenario para ocupar su lugar entre los espectadores.
Fabián le mostró un pulgar en alto cuando tomó asiento.
-?Magistral! Ahora todos estánpletamente hipnotizados con tu actuación. Cuando Sabrina aparezca, nadie tendrá ojos para e.
De pronto,o si una idea brinte hubiera cruzado su mente, sacó el celr de su bolsillo yenzó a grabar una transmisión en vivo.
[Todos los que están conectando ahora mismo, prepárense para ver cómo Sabrina hace el ridículo. ?Se va a arrepentir de haberse atrevido a desafiar a Araceli! En unos minutos serán testigos de su huminte fracaso.]
Talo Fabián había anticipado, después de ques luces del escenario se apagaron, el murmullo del público continuaba sin pausa. Incluso cuando el escenario volvió a iluminarse revndo a Sabrina y Romeo en posición paraenzar, atención general seguía anda en figura de Araceli entre los espectadores.
Dani observó furiosa cómo multitud ignoraba porpleto a su amiga. Hasta los jueces
15:03
Captulo 187
seguían intercambiandoentarios admirativos sobre actuación anterior. -?Qué jugada tan calcdora! -murmuró con rabia alprender instantáneamente estrategia de Araceli al presentarse antes que Sabrina.
Gabriel, por su parte, permaneció impasible, con los ojos fijos en el escenario y una serenidad imperturbable.
Cuandos primeras notas del violínenzaron a flotar en el aire, el público continuaba distraido. Sin embargo, conforme melodía avanzaba,s conversaciones fueron apagándose gradualmente hasta que un silencio absoluto se apoderó del recinto.
Todos miraban estupefactos a figura que dominaba el escenario.
La mayoría había visto a Sabrina antes. El escándalo entre e y Araceli había sido el tema de conversación en todos los círculos sociales durante semanas. Sabrina, sin credenciales académicas ni respaldo familiar, había sido objeto de bus yentarios despectivos por considera insignificante.
En el imaginario colectivo, esta mujer no poseía nada destacable más allá de su belleza física. Dentro de alta sociedad, sin embargo, el verdadero valor de una persona se medía por su estatus, posición y talento. La apariencia ocupaba el último lugar en esa jerarquía. Quizás por este prejuicio, Sabrina siempre había sido catalogadao una mujer bonita pero superficial y ordinaria.
Sin embargo, mujer que ahora se entregaba a música parecía una personapletamente distinta. Su mirada había adquirido una intensidad y concentración absolutas,o si el universo se hubiera reducido únicamente al violín que sostenía entre sus manos.
La delicada melodía fluía de sus dedos ágiles, evocando sensación etérea del tiempo suspendido. Su interpretación recordaba el murmullo cristalino de un arroyo en primavera, ligero y transparente.
La luz caía desde lo altoo una caricia, ba?ando su rostro sereno y pálido con
un resndor que evocaba los rayos suaves de luna llena.
La música que emanaba de sus dedos delicados cautivaba porpleto a audiencia, atrapándolos en un hechizo irresistible donde tanto intérpreteo su arte se fundían en perfecta armonía.
En ese preciso instante, el mundo entero pareció detenerse en un silencio absoluto.