Capítulo 181
La música posee un lenguaje universal que trasciende fronteras. Aunque Sabrina no dominaba el piano con misma destreza que el violín, superar el octavo nivel representaba un desafío perfectamente alcanzable para e. Sus dedos conocían delicada precisión que cada te demandaba, esa sensibilidad que ahora contemba en el escenario donde una madre y su peque?a hija ejecutaban un cautivador dueto.
El nivel pianistico de madre briba con notoria excelencia. Incluso cuando ni?a, traicionada por sus nervios, desatinaba en algunas notas, mujer mantenía una temnza admirable y corregía los errores con una sutileza casi imperceptible,o si cada desacierto fuera parte de una improvisación neada.
-Esta peque?a se ma Flora Valencia. Su mamá es heredera de Joyería Chloe Coral. Escuché de Phoebe que su mamá tiene un nivel de piano impresionante y también trabajao pianista profesional. La ni?aenzó a aprender con e desde los tres a?os.
Sabrina asintió ligeramente al escuchar información que Romeo le susurraba. La tica de madre de Flora era impecable, y peque?a también demostraba un talento sobresaliente para su edad. A pesar de algunos tropiezos ocasionales, ni?a no perdíapostura y retomaba el ritmo con sorprendente naturalidad, cualidad que no afectaba armonía general de interpretación.
Los errores en un adulto significarían una penalización inevitable, pero en una ni?a de cinco o seis a?os, esa capacidad de recuperación representaba un mérito adicional que sumaba puntos a su favor. Además, el dúo materno-filial poseía un encanto visual innegable: madre exhibía una silueta estilizada y fiones refinadas, mientras peque?a parecía una mu?eca de colión, con esa mez perfecta entre travesura y ternura que cautivaba miradas.
Cuando pieza concluyó, s vibró con ausos entusiastas. Dani, conmovida por el espectáculo, tambiénenzó a audir con genuina admiración.
-?Qué manera tan espectacr de abrir el concurso! Por cierto, Sabrina, mientras te cambiabas, vino organizadora a avisarnos que seremos el número final.
-?El número final? -Sabrina arqueó ligeramente una ceja con interés. ?Y Araceli actuará antes que yo?
Dani asintió mientras dejaba escapar un resoplido de fastidio.
-Se pasó una eternidad arreglándose y maquillándose de nuevo, y aunque no le alcanzó el tiempo, insiste en presentarse antes que tú.
-Vaya, qué descaro el suyo.
-Se?orita Dani, ?pero acaso no es ventajoso ser el último número? -preguntó Romeo con genuina confusión.
-Todo mundo sabe que el principio y el final son los momentos cruciales en cualquier
espectáculo. El arranque captura atención inicial, y el cierre debe coronar todo con un
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clímax perfecto.
-Sin embargo, con el ritmo tan acelerado que llevamos hoy, cerrar el programa ya
no garantiza ninguna ventaja, menos enpetenciaso esta. Después de
tantas presentaciones, concentración de los jueces disminuye considerablemente, lo que provoca que pasen por alto muchos detalles importantes y puntos que deberían destacar.
-En cambio, cualquier error se vuelve mucho más notorio y evidente para todos.
-Y si justo antes ocurrió una presentación excepcional, es inevitableparación, lo que hace ques siguientes participaciones parezcan opacas y hasta aburridas.
-?De verdad funciona así? Siempre creí que ser el último era lo mejor -murmuró Romeo con tono pensativo.
-Si el cierre fuera tan codiciado, ?crees que los papás de los otros participantes cederían tan fácilmente esa posición? Piénsalo bien.
-Imaginate que después de ver tantas presentaciones, el público ya está agotado y ni siquiera puede quedarse quieto en sus asientos.
-En ese momento, si última actuación resulta mediocre, muchos espectadores simplemente se marcharán antes de que termine.
-Ya vieron suficiente y si lo último no los atrapa, simplemente no se molestarán en quedarse hasta el final.
-Para aprovechar realmente posición final, se necesita tener renombre y habilidades excepcionales. Sin eso, puedes terminar actuando frente a un auditorio vacío.
Al llegar a este punto, Dani observós calificaciones que los jueces habían otorgado al dúo recién presentado. Un promedio de noventa y seis puntos, una puntuación extraordinariamente alta que indicaba el nivel de exigencia del
concurso.
-Mira, en unapetenciao esta, el verdadero beneficio está en abrir el programa.
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