17kNovel

Font: Big Medium Small
Dark Eye-protection
17kNovel > La Guerra de una Madre Traicionada > Chapter 134

Chapter 134

    Capítulo 134


    -Thiago, ?te sientes mejor? La se?ora Vargas ha venido a verte.


    Al ver a Araceli, Thiago exhaló con alivio,o si hubiera encontrado un


    salvavidas en medio de una tormenta.


    -?Se?ora Vargas, por fin ha llegado!


    Araceli captó de inmediato desesperación en los ojos del peque?o y su rostro se contrajo en un gesto de preocupación.


    -Thiago, ?qué sucede? ?Alguien te hastimado?


    Sabrina curvó susbios en una sonrisa que no alcanzó sus ojos.


    -Qué pregunta tan peculiar, se?orita. En esta habitación solo estamos Thiago y yo. ?Está insinuando que yo podríastimarlo?


    Araceli palideció visiblemente, sus dedos apretando el termo con fuerza.


    -Se?orita Ibá?ez, está malinterpretando mis pbras. Mi única preocupación es Thiago, no pretendía sugerir nada más...


    -Ambas sabemos si lo malinterpreté o no. No es necesario que mantengas esa fachada frente a mí. Es repugnante.


    Thiago saltó en defensa de su maestra con vehemencia propia de su edad.


    -?Mamá, no puedes harle así a se?ora Vargas!


    Sabrina le dirigió una mirada prante.


    -?Acaso estoy equivocada?


    -?Por supuesto que sí! La se?ora Vargas solo está preocupada por mí -protestó Thiago, con convión inocente de un ni?o.


    ''Mamá no puede ser tan autoritaria, no puede evitar que otros se preocupen por mí."


    Sabrina lo observó de soyo, sus ojos calcdores.


    -Entonces, ?estaría bien si yo fuera mamá de otros ni?os y me preocupara por ellos?


    El rostro de Thiago se contrajo al pensar en Romeo, su peque?o corazón agitándose con


    rechazo.


    -?No! ?No puedes ser mamá de ese ni?o malo!


    -?Por qué no? -cuestionó Sabrina.


    -?Porque eres smente mi mamá!


    -Pero acabas de decir que no hay que ser autoritarios.


    19-25


    Capitulo 134


    Thiago titubeó, atrapado en su propia lógica infantil.


    -Eso... eso es diferente...


    Araceli intervino, intentando suavizar tensión que crecía en habitación.


    -Se?orita Ibá?ez, ?qué sentido tiene discutir con un ni?o? Thiago apenas tiene cinco a?os, ?no sería mejor ser un poco más flexible?


    Sabrina respondió con voz desprovista de emoción.


    -Hace un momento él haba de libertad, igualdad y respeto. Pero no lo aplicaba


    correctamente. Si todos somos iguales, ?por qué debería ceder yo?


    -Por undo, exigeprensión y tolerancia de los demás, y por otro, invoca igualdad. ?Es asío le ense?a a Thiago, se?orita?


    Las pbras que Thiago había pronunciado antes resonaban con conceptos demasiado borados para un ni?o de su edad. Alguiens había puesto en su boca.


    Y sobre identidad de esa persona,s sospechas eran evidentes.


    El rostro de Araceli se encendió con un rubor intenso ante acusación vda.


    Tras un silencio tenso, deró:


    -La se?orita Ibá?ez ha vdo por Thiago toda noche. Debería ir a descansar ahora. Yo me encargaré de pa?arlo durante el día.


    Todos eran conscientes de ques guardias nocturnas eran más exigentes ques diurnas.


    La noche anterior, tras el tr?do de Thiago, Araceli había alegado un dolor de cabeza y André había llevado a casa.


    Fernanda también se había marchado por insistencia de Luana, dejando a Sabrina s en el


    hospital.


    La ironía de situación no escapaba a Sabrina.


    Ahora, repentinamente, ya no les inquietaba que e fuera incapaz de cuidar adecuadamente de Thiago.


    Ignorando deliberadamente a Araceli, Sabrina se dirigió a su hijo.


    -?Qué te apeteceer? Iré aprarlo.


    -No hace falta, he preparado una sopa para Thiago -intervino Araceli mientras abría su contenedor térmico-. Thiago, he cocinado especialmente para ti. ?Quieres probar lo que preparé?


    Thiago, sin embargo, no mostró el entusiasmo esperado. Ya conocía el saber de los tos de se?ora Vargas, y no separaban cons delicias que preparaba su madre.


    Pero recordando cómo su mamá había ofendido a su maestra, asintió levemente.


    19-25


    Capitulo 134


    -Está bien.


    -Deja que te alimente.


    Araceli tomó una cucharada de sopa, sopló suavemente para enfria y acercó a losbios de Thiago.


    Sabrina, de pie junto a ellos, percibió el aroma que emanaba del líquido y su expresión cambió bruscamente. Con un movimiento rápido, golpeó mano de Araceli.


    El líquido hirviente se derramó sobre piel de Araceli, arrancándole un grito de dolor.


    -?Ah!


    En ese preciso instante, puerta de habitación se abrió de golpe.


    Una figura alta y esbelta cruzó el umbral.
『Add To Library for easy reading』
Popular recommendations
The Wrong Woman The Day I Kissed An Older Man Meet My Brothers Even After Death A Ruthless Proposition Wired (Buchanan-Renard #13)