Capítulo 124


    -Se lo suplico, no lo retrase más imploró e con los ojos enrojecidos-. Si a Thiago le pasa algo grave, ?qué vamos a hacer?


    Sabrina forcejeaba mientras André le sujetaba firmementes mu?ecas. Frente a e, Araceli le bloqueaba el paso, tan alterada que una fina capa de sudor peba su frente. Thiago era el hijo que había llevado en su vientre durante nueve meses; por más decepcionada que estuviera, no podía simplemente contemr cómo moría sin hacer nada.


    Con mirada decidida, Sabrina empujó a Araceli con un movimiento súbito. -?Ah!


    Araceli, desprevenida, perdió el equilibrio y cayó hacia atrás.


    -?Araceli! -exmó André, cambiando su expresión y soltando instintivamente mano de Sabrina para socorrer a otra mujer.


    Aprovechando esta oportunidad, Sabrina senzó para apartar al médico que realizaba reanimación.


    -?André, dete! -gritó Araceli al notar maniobra de Sabrina.


    Cuando André intentó intercepta, ya era tarde.


    -?Alguien puede ayudarnos? -suplicó Araceli-. Si logramos que el ni?o se recupere, habrá una buena rpensa.


    Apenas terminó de har, varias personas del público que rodeaban a Sabrina se abnzaron sobre e. Ya estaban molestos por cómo obstaculizaba el rescate, y ahora, con posibilidad de ayudar y recibir una rpensa, no dudaron en intervenir.


    -?Suéltenme, suéltenme! -Sabrina luchaba desesperadamente, pero multitud sujetaba con firmeza, anndo cualquier posibilidad de escape.


    -Tengo medicina, usen un poco para él... —gritó Sabrina con voz áspera.


    -?Por favor, no retrase más reanimación de Thiago!  interrumpió Araceli antes de que pudiera terminar.


    Sabrina se debatía con tal intensidad que varios hombres apenas conseguían contene. Sus ojos, vados en André, ardían de furia.


    -?Soy su madre! Lo crié desde peque?o, conozco su condición mejor que nadie. André, ?vas a confiar en un extra?o antes que en mí?


    Araceli se interpuso entre ambos, con un gesto que dtaba cierto reproche.


    -Cuando usted no volvía a casa ni cuidaba de Thiago, ?por qué no pensó en que era su madre? -cuestionó-. Ahora que está enfermo, ha impedido varias veces que lo ayuden... me cuesta no dudar de sus intenciones.


    17.03


    Capitulo 124


    Al escuchar estas pbras, los espectadoresenzaron a murmurar entre ellos.


    -?E es madre del ni?o?


    -Nunca regresa a casa, lo tiene abandonado, y ahora que está en peligro, sigue impidiendo que lo salven... No entiendo qué pretende.


    -?Cómo puede existir una madre tan cruel?


    -Seguro quiere rehacer su vida y ve al ni?oo un estorbo.


    -?Qué corazón tan podrido!


    Las espiones infundadas transformaron a Sabrina en una madre despiadada a ojos de todos. El médico, ya inseguro y repetidamente interrumpido por e, dudaba ahora sobre cómo proceder.


    André, notando su vión, lenzó una mirada severa.


    -?Qué estás esperando? -le increpó.


    El médico respiró hondo, dispuesto a actuar, cuando de pronto una peque?a figura emergió entre multitud. Con movimientos ágiles, extrajo un frasco de aerosol del bolsillo de Sabrina y corrió hacia donde yacía Thiago.


    André y el médico advirtieron su presencia e intentaron detenerlo, pero fue demasiado tarde. Romeo ya había rociado rápidamente el aerosol cerca de boca y nariz de Thiago.


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