17:23
Capítulo 113
Thiago miró a Sabrina con incredulidad, sus ojos abiertos reflejaban una mez de sorpresa y reproche.
-?Pero ni siquiera has preguntado qué pasó!
-?Y ustedes? Nunca preguntan lo que sucedió, siempre asumen que es mi culpa, ?no?
Además...
Sabrina bajó mirada y observó a Romeo con ternura. El peque?o le devolvía mirada con una mez de admiración y vulnerabilidad que le conmovía profundamente.
-Confio en Romeo. Estoy segura que nunca golpearía a alguien sin una buena razón.
últimamente, e había estado cuidando de Romeo en casa. El ni?o demostraba
una
inteligencia excepcional y su madurez resultaba conmovedora. No erao Thiago, que después de cenar simplemente se despedía y desaparecía. Romeo se quedaba a ayudarle con los tos y a limpiar mesa. Durantesidas, siempre servía primero. Sin importar lo que e cocinara, él siempre elogiaba,iendo con una expresión de genuina satisfión y felicidad, mientras que Thiago invariablemente encontraba algo que criticar.
-Se?orita Sabrina, lo que hice estuvo mal. No importa lo que Thiago diga, no debí
golpear a nadie... Estoy dispuesto a disculparme con él.
Sabrina lo miró atentamente, estudiando sinceridad en sus ojos.
-?De verdad estás dispuesto a disculparte?
-Sí, quiero hacerlo.
Sabrina suavizó su expresión, y susbios se curvaron en una sonrisaprensiva.
-Bien, entonces discúlpate con él.
Romeo se acercó a Thiago con pasos decididos pero cautelosos.
-Thiago, lo siento. No debí golpearte.
Thiago, a pesar de provenir de una familia prominente y haber recibido una educación estricta, seguía siendo un ni?o, y Romeo lo había estado fastidiando durante varios días. Se giró bruscamente, soltando un fuerte resoplido, negándose a aceptars disculpas.
Romeo mostró una expresión de desconcierto y buscó mirada de Sabrina, esperando alguna
indicación.
Sabrina le hizo un gesto con mano, brindándole una sonrisa alentadora que transmitía confianza.
-Que él quiera perdonar o no es una cosa, pero reconocer tu error y disculparte es otra muy distinta.
17:23
Capitulo 113
-Romeo, asumir responsabilidad es lo que hace un hombre de verdad.
Al escuchar estas pbras, los ojos de Romeo briron con entusiasmo y orgullo.
Las maestras del jardín de infantes observaron escena con crecienteprensión.
-Se?ora Carvalho, ?usted es... tutora de Romeo?
Sabrina asintió ligeramente, con un gesto elegante pero discreto.
-Lo siento, el padre de Romeo está de viaje por trabajo y no puede regresar por ahora, así que estoy aquí representándolo.
Araceli no pudo ocultar su expresión contrariada, una mez de sorpresa y disgusto.
-Se?orita Ibá?ez, entonces... ?no viniste por Thiago, sino por este ni?o?
-Así es.
La voz de André cortó el aire.
-Sabrina, si Thiago tiene un problema no vienes, pero corres por el hijo de otros. ?No crees que es demasiado?
Sabrina lo miró de reojo, con una mirada cargada de indignación apenas contenida.
-Solo soy ni?era de familia Carvalho, ?tengo derecho a ocuparme de él?
André frunció el ce?o, con expresión confundida.
-?Ni?era? ?De qué estás hando?
-?No has escuchado a tu hijo decir por ahí que solo soy ni?era de familia Carvalho?
-Son cosas de ni?os, ?por qué te lo tomas tan a pecho?
Sabrina sonrió, pero era una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
-No puedo discutir con alguien que está a punto de morir, ni con los mayores, ni con tus amigos, ni con los ni?os.
-André, ?casarme contigo significa valer menos que todos, ser pisoteada por cualquiera?
El rostro de André se ensombreció visiblemente.
-Sabrina, ?estás segura que quieres discutir esto aquí?
-?Ahora te preocupa hacer el ridículo? Hace un momento cuando me estabas manipndo, parecías muy cómodo con situación.
Araceli, incapaz de contenerse, intervino:
-Se?orita Ibá?ez, Thiago es tu hijo, ?por qué te afecta tanto lo que dice un ni?o?
-?Cáte! ?Quién te crees que eres? ?De dónde sacas el derecho a meterte en