Capítulo 101


    Al ver a Sabrina herida,s pups de André se contrajeron. Su mirada dtaba tensión que invadía estancia, mientras el silencio previo a tormenta se disipaba cons primeras pbras.


    -Mamá, mejor ya no sigas.


    Fernanda Rivera, lejos de calmarse, se enfureció aún más. Su rostro enrojecido revba indignación que sentía crecer en su interior con cada segundo.


    -André, ?todavía defiendes en este momento? Que me amenace a mí,o quiera, ?pero ahora hasta Thiago ha sido intimidado por su culpa! ?No se supone que su obligación es quedarse en casa cuidando de familia? No ha podido hacer ni eso bien, ?entonces para qué demonios sirve?


    Luana Carvalho, al percibir el ambiente cargado de hostilidad, rápidamente intervinoo mediadora entre los presentes, intentando apaciguar los ánimos que amenazaban con explotar.


    -Sabrina, no te sientas culpable por el enojo de mamá hoy. Todo esto es por Thiago. Los adultos podemos aguantar cualquier cosa, pero no podemos permitir que los ni?os sufran, ?no


    crees?


    Luego dirigió una mirada significativa hacia Fernanda, buscando suplicidad para calmar


    situación.


    -Mamá, tranquilízate también, Thiago está aquí presente, no lo asustes. Que Sabrina te ofrezca una disculpa y dejemos esto por ahora, lo importante es resolver el asunto de Thiago.


    Fernanda, aunque seguía furiosa, logró contenerse por Thiago y André, reprimiendo a duras penas rabia que bullía en su interior. A pesar del esfuerzo por mantenerpostura, su tono continuaba siendo cortanteo un látigo.


    -Por el favor que Luana te está haciendo, discúlpate y demos por terminado este asunto.


    Sabrina se limpió sangre de meji, registrando el dolor con cierto retraso. Levantó mirada y observó expresión de superioridad en el rostro de Fernanda, lo que provocó en e una sonrisa inesperada.


    -Con razón André siempre anda pidiendo disculpas por todo, ahora veo de dónde lo sacó.


    En cualquier otra circunstancia, Sabrina habría mostrado un gesto conciliador, pero hoy, lejos de mostrarse agradecida, estaba desafiando abiertamente a matriarca.


    La ira que Fernanda había logrado contrr momentáneamente se reavivó de inmediatoo una marada. Por el bienestar de los ni?os, había decidido tragarse su orgullo y ahora Sabrina no valoraba ese gesto y se atrevía a reta. -?Qué descaro! ?Cómo te atreves a harme así? ?Arrodite ahora mismo!


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    Captulo 101


    Sabrina miró con desdén, sin dejarse intimidar por autoridad que Fernanda pretendía imponer con su s presencia.


    -Yo solo me hinco ante el cielo, tierra y mis padres. ?Quién te crees que eres?


    -No me diste vida ni me criaste ni un solo día, ?por qué tendría que obedecerte? ?Por ser Fernanda? Tu nombre para mí no significa nada, no vale absolutamente nada.


    -Siempre exigiendo que todos se arrodillen, ?te crees emperatriz o qué? Si no has despertado de tu fantasía, sigue so?ando. En tus sue?os puedes ser lo que se te antoje.


    Fernanda estaba tan enfurecida que su pecho se agitaba violentamente. Se?aló a Sabrina con un dedo tembloroso, incapaz de articr pbra alguna ante semejante desnte.


    Al ver a su madre al borde del cpso por ira, André dirigió a Sabrina una mirada gélida y reprobatoria.


    -Sabrina, muestra algo de respeto.


    -El respeto se gana, no se exige. Como me traten, así responderé.


    Fernanda, rechinando los dientes con rabia contenida, espetó:


    -?Sabrina, viniste aquí a hacerte importante! ?Alguien, traigan el castigo familiar!


    Apenas pronunció estas pbras, dos sirvientes se aproximaron con actitud amenazante. Todos en Vi Floral sabían perfectamente que Fernanda detestaba a Sabrina desde siempre. Fernanda era soberana indiscutible de familia Carvalho; quien osara ofende estaba destinado a sufrirs consecuencias. Los días de tranquilidad para Sabrina habían terminado.


    El rostro de André se ensombreció y estaba por intervenir cuando vio a Sabrina retroceder unos pasos y exmar con firmeza:


    -Si alguien se atreve a tocarme, lo demandaré por agresión.


    La mirada prante de mujer se vó en el rostro desencajado de Fernanda, mientras susbios carmesí se movían con calcda lentitud.


    -?En qué época crees que vivimos? ?De verdad piensas que puedes imponerme tus res familiares y abusar así? ?Unos cuantos días de habermeportado y ya te crees reina del mundo?


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