Capítulo 82
-?Sabrina! ?Hasta cuándo piensas seguir con esta farsa?
Sabrina ni siquiera había formdo respuesta alguna cuando Araceli se incorporó súbitamente de su asiento.
-Se?orita Ibá?ez, sé perfectamente que siempre ha existido un malentendido entre nosotras. Si es por esto que guardas tanto resentimiento...
Araceli presionó subio inferior entre sus dientes, en un gesto estudiado de vulnerabilidad.
-Estoy dispuesta a pedirte disculpas ahora mismo.
Con estas pbras, ejecutó una profunda reverencia frente a Sabrina.
-Se?orita Ibá?ez, te ofrezco mis disculpas. Ruego que encuentres en tu corazón capacidad de perdonarme.
El refinado restaurante se llenó de murmullos cuando Araceli realizó aquel gesto inesperado. Sabrina observaba impávida, sin pronunciar pbra durante un prolongado intervalo.
Araceli permaneció en su posición reverencial,o si estuviera determinada a mantene hasta obtener el perdón de Sabrina.
Mientras los segundos transcurrían inexorables, el semnte de André adoptaba una frialdad progresivamente más intensa.
Justo cuando parecía a punto de intervenir, Sabrina finalmente rompió su silencio.
-?Eres consciente de cuál ha sido tu error?
Los ojos de Araceli resndecían con un temor aparentemente genuino, reminiscente de un cervatillo acorrdo. Dirigió una mirada fugaz hacia André y respondió con voz apenas audible:
-Yo... no debí regresar estando en fase terminal...
Mordisqueó susbios con afectada fragilidad.
-Se?orita Ibá?ez, si te dignas a proporcionar el medicamento para tu suegra, yo... jamás volveré a interponerme entre André y tú. Nunca más representaré una molestia para ustedes. A partir de este momento, mi existencia o mi ausencia no tendrán conexión alguna contigo ni con André...
Antes de que Araceli pudiera concluir su borado discurso, André interrumpió con contundencia.
-Araceli, ?de qué estás hando?
Araceli, con lágrimas calcdamente dispuestas en sus ojos, replicó:
-De cualquier manera, mi tiempo en este mundo es limitado. Estoy dispuesta a ofrecer los
días que me restan a cambio de salud de tu madre.
El rostro de André se ensombreció visiblemente.
-Te prohíbo expresarte con tal pesimismo.
Araceli esbozó una sonrisa pretendidamente valiente, mientrass lágrimas continuaban deslizándose por sus mejis, otorgándole un aspecto aún más conmovedor.
-Si se?orita Ibá?ez ede, cualquier sacrificio habrá valido pena.
Alrededor, los espectadores de aquel dramaenzaron a intercambiarentarios.
-Por Dios, ?cómo puede esa mujer ser tan insensible con alguien que está desahuciada?
-Parece que están discutiendo por algún medicamento... Esa tipa está usando un tratamiento vitalo herramienta de chantaje, qué crueldad.
Unensal, incapaz de contener su indignación, elevó voz:
-Oye, güera, ya te pidió perdón, ?qué más quieres? ?No ves lo mal que está pobre?
Los presentesenzaron a sumarse a este coro de reprobación.
-?Exacto! ?Quieres lleva hasta el límite o qué?
-Hay que tener corazón, no hay necesidad de ser tan despiadada.
Araceli, enjugándose teatralmentes lágrimas, se dirigió a los espectadores:
-Gracias por su apoyo... Yo, sinceramente, no me preocupo por mi destino, siempre que se?orita Ibá?ez eda a proporcionar el medicamento, estoy dispuesta a aceptar cualquier
condición.
-?En serio? ?Entonces está pidiendo medicina para otra persona?
-Mír, e misma está así de mal y sigue pensando en los demás. Qué corazón tan noble
tiene esta muchacha.
Las miradas reprobatorias convergieron sobre Sabrina.
-Vaya cinismo, usar un medicamento que salvaría vidaso método de
extorsión, ?no temes que se te regrese?
-Te estoy hando a ti, ya córtale, ?no?
-Sí, si oris más, prácticamente serás una asesina.
Losentarios hostiles y los susurros de condena continuaban sin tregua, posicionando a Sabrinao vina despiadada de aque historia fabricada. E escuchaba todo con expresión imperturbable, sin que un solo músculo de su rostro revra emoción alguna.
Cada vez que Araceli derramaba lágrimas calcdas y representaba su papel de víctima indefensa, el público se inclinaba instintivamente apadece y tomar partido por e.
17:44 1
Capitulo 82
De pronto, una risa inesperada cortó tensión del ambiente.
-Resulta verdaderamente peculiar. Mi amiga no ha pronunciado pbra alguna ni realizado ión reprobable, ?cómo es posible que ya condeneno asesina?
312