Capítulo 75
No sabía por qué, pero en cuanto Thiago veía a Romeo, sentía un profundo desagrado que le revolvías entra?as. Era una aversión instintiva que no podía contrr,o si aquel ni?o representara una amenaza invisible a su territorio.
-?Eso es porque mamá siempre está hostigando a se?ora Vargas! -le espetó con fiereza, vando su mirada desafiante en Romeo.
-?Eso es mentira! -Romeo replicó. La se?orita Sabrina espasiva y generosa, incapaz destimar a nadie. ?Son ustedes quienes constantemente atormentan!
-Como hace un momento, ramente e tropezó por su cuenta, ?y ustedes acusaron a se?orita Sabrina de habe empujado!
-?La se?orita Sabrina es madre más extraordinaria del universo!
Thiago, al ver que Sabrina, quien habitualmente lo rodeaba de atenciones, esta vez no solo ignoraba su malestar sino que consba a otro ni?o, sintió una rabia tan intensa que sus ojos se inundaron de lágrimas. La sensación de abandono le quemaba el pechoo una brasa.
-?E es mi mamá, no tuya! -exmó con desesperación de quien ve arrebatado su juguete.
Romeo se mantuvo firme ante su arrebato.
-Pero jamás has valorado a se?orita Sabrinao una madre, solo trataso una simple empleada.
De pronto, se posicionó protectoramente frente a Sabrina.
-?A partir de hoy, no permitiré que continúenstimando a se?orita Sabrina!
Incluso un infante podía percibir con meridiana ridad que su propio hijo biológico sentía mayor apego por una mujer ajena. No existía ironía más dolorosa que aque realidad revda en inocencia infantil.
Thiago separó losbios, peros pbras se ahogaron en su garganta.
André, contemndo el enfrentamiento entre los peque?os, experimentó una sutil pero creciente irritación queenzaba a manifestarse en su semnte antes impasible.
-?De quién es este ni?o? -inquirió con voz gélida.
-Es mi hijo -respondió Gabriel con una sonrisadina-. Me enteré que tarjeta de
André tensó losbios, visiblemente contrariado por aque explicación.
-Sabrina, ?prefieres atender a hijos ajenos en vez de ocuparte de Thiago? ?Cuánto tiempo ha transcurrido desde tu última visita a casa?
19.43
Capitulo 75
Thiago no pudo evitar que su rostro reflejara una profunda mncolía que le caía el alma.
"Es verdad, por alguna inexplicable razón, mamá ha estado ausente por demasiado tiempo."
Gabriel esbozó una sonrisa calcda.
-Quizás porque cuidar ni?os ajenos le proporciona sustento económico y afecto genuino. Mientras que atender a su propio hijo no solo no le otorga respeto, sino que degradan a simple cuidadora.
La mirada escrutadora de Gabriel transitó de Thiago hacia André con deliberada lentitud.
-Si ustedes no honrano esposa y madre, incumpliendo sus obligaciones de marido e hijo, ?con qué autoridad moral le exigen excelencia en su papel maternal?
Los ojos de Sabrina se cristalizaron ante aques pbras.
Experimentó una punzada de dolor que atravesó su corazóno una asti. En cada situación rcionada con Araceli, tanto Andréo Thiago únicamente le imponían
expectativas imposibles y reproches injustos.
Las pbras de Gabriel provocaron en e un nto silencioso de gratitud y reconocimiento.
Al percibir expresión conmovida que Sabrina dirigía hacia Gabriel, mirada oscura de André se tornó abismal, y su semnte adquirió una frialdad pétrea.
-Nuestros asuntos familiares son estrictamente privados -pronunció André con voz cortante-. Careces absolutamente de autoridad para intervenir.
Gabriel simuló perplejidad con maestría.
-Si es un tema exclusivamente familiar donde los extra?os no tienen voz, ?por qué esta se?orita puede interferir? ?Acaso e también forma parte integral de su núcleo familiar?
El rostro de André se ensombreció notablemente; ignoró deliberadamente a Gabriel y se dirigió
a Sabrina con determinación.
-Regresa a casa conmigo esta tarde, Thiago también necesita tu atención maternal.
Sabrina respondió con una indiferencia calcda que ocultaba su tormento interior.
-Ya teuniqué mi decisión: no volveré.
Tomó con delicadeza mano de Romeo, infundiéndole seguridad.
-Tu herida requiere desinfión, vámonos de aquí.
-Entendido -asintió Romeo con obediencia y admiración.
Cuando estaban a punto de retirarse, una diminuta figura obstaculizó su avance,
con su rostro infantil tenso y determinado.
-?No puedes marcharte!
Sabrina contempló al peque?o que había criado con tanta dedicación y
esmero.
10.4
Capitulo 75
"Constantemente me cuestiono si mi crianza ha sido unpleto fracaso. Todo lo
que
consideraba apropiado quizás solo era producto de mi propia arrogancia, nada coincidía con sus verdaderos anhelos."
"Por esa razón, él busca consuelo en otras mujeres."
"Pero, ?realmente importa quién sea? ?Por qué justamente tenía que ser Araceli?"
Sabrina, con mirada serena pero firme, cuestionó:
-?Estás considerando ofrecer una disculpa a Romeo por haberlo empujado hace
unos
momentos?