Capítulo 69
Sabrina le dedicó una mirada fugaz antes de apartar los ojos con estudiada indiferencia.
-Se?orita Ibá?ez, ?has venido en busca de Thiago y André? -preguntó Araceli con voz melosa y calcda-. No se encuentran aquí en este momento, ?quieres que te pa?e a buscarlos? -No es necesario -respondió Sabrina con una frialdad
cortante.
Sin más pbras, Sabrina esquivó yenzó a descender pors escaleras. La s de música quedaba en nta baja, donde Romeo esperaba.
Araceli se apresuró tras e.
-Se?orita Ibá?ez, ?podríamos conversar un momento?
-No considero que exista tema alguno que amerite una conversación entre nosotras -replicó Sabrina sin dignarse a mira, su voz destba determinación.
-Se?orita Ibá?ez, deseo har contigo sobre André.
-Con mayor razón, no hay absolutamente nada que discutir.
Al dor esquina, Sabrina se dispuso a descender el siguiente tramo de escaleras.
-No me interesa lo que ocurra entre ustedes.
-Se?orita Ibá?ez -Araceli sujetó repentinamente mu?eca de Sabrina con firmeza-. Cinco
minutos, concédeme solo cinco minutos.
-Se?orita, he sido perfectamente ra: no existe asunto pendiente entre usted y yo.
Con expresión imprable, Sabrina liberó su mano del agarre.
Araceli observó cómo Sabrina se disponía a marcharse e instintivamente intentó detene. Sus movimientos fueron tan precipitados que perdió el equilibrio y, en un instante, se precipitó escaleras abajo.
-?Ah!
La sangre manó del cuerpo de Araceli, ti?endo el inmacdo suelo de un rojo intenso, creando una imagen perturbadora.
Sabrina, sorprendida ante el inesperado giro de acontecimientos, quedó momentáneamente paralizada.
-?Se?ora Vargas!
Una peque?a figura se aproximó corriendo hacia Araceli, con el rostro contraído por preocupación.
-Se?ora Vargas, ?se encuentra bien?
10.30
Capítulo 69
-Estoy bien-Araceli esbozó una sonrisa dolorosa-. Thiago, por favor... no menciones esto a tu padre.
Al contemr a Araceli tendida en el suelo, los ojos de Thiago se anegaron en lágrimas. Levantó mirada rápidamente y fulminó con rabia a Sabrina, que permanecía inmóvil en escalera.
-?Por qué empujaste a se?ora Vargas?
Sabrina frunció levemente el ce?o yenzó a descender con caut. Sin embargo, antes de que pudiera acercarse a Araceli, Thiago avanzó con determinación, interponiéndose entre ambas y observánd con profunda desconfianza.
Aque mirada lo decía todo: veíao a una vina despreciable.
-?Qué pretendes hacer? ?No permitiré questimes más a se?ora Vargas! Sabrina se detuvo en seco.
Estaba a punto de har cuando una voz masculina, profunda y cial, resonó a sus espaldas. -Araceli, ?qué ha sucedido?
Un hombre elegante, vestido con un traje oscuro impecable, acababa de llegar a escena.
Al ver a Araceli caída junto as escaleras, los ojos prantes de André se estrecharon con visible preocupación. Se adntó con presteza, levantó del suelo y ordenó con voz autoritaria:
-?men a una ambncia!
En el hospital, luz roja de urgencias resndecía con intensidad amenazante.
El rostro de André, normalmente sereno, estaba ensombrecido por
preocupación, confiriéndole un aspecto sombrío y severo.
Fabián, quien había recibido noticia, irrumpió en el pasillo se?ndo acusadoramente a Sabrina, vociferando sin el menor respeto.
-?Sabrina, fuiste tú quien empujó a Araceli pors escaleras! ?Eres una mujer despiadada!
-?No estarás satisfecha hasta ve muerta? ?Qué se de persona cruel y repugnante eres! ?No sientes vergüenza alguna?
Sabrina contempló con frialdad el rostro contorsionado de Fabián, quien mirabao si enfrentara a su enemiga mortal.
-Hando de carecer de vergüenza, si el se?or Guerrero ocupara el segundo lugar, nadie podría disputarle el primero. Comparada contigo, me encuentro a a?os luz de distancia.
Fabián hervía de furia, mientras Sabrina mantenía una calma inquebrantable, lo que provocó
218
18.39
Capitulo 69
que él perdierapletamentepostura.
-?Hoy mismo te daré una lión porstimar a Araceli, malvada!
Sabrina permanecía impasible, sin exhibir el más mínimo atisbo de temor.
-No posees lo necesario para conquistar a quien amas y descargas tu frustración en los
demás. Eres un cobarde sin se que solo inspira lástima.